Post by nomphosumus on Jul 30, 2019 22:02:34 GMT 1
[FASE 2 - REUNIÓN DE RECURSOS Y FELIGRESES EN RYM] LA INCURSION SUICIDA EN EL NORTE, PENSAMIENTOS DE ASGARETH (12-07-2019)
Debido a los intereses de planes futuros y de acciones aún por llegar, Asgareth había hecho todo cuanto estaba en su mano por apoyar de forma indirecta a que los aventureros mantuvieran la ciudad de Bayas-Rathu en pie y sobreviviera al devastador ataque de la horda. A través de contactos con algunos aventureros e incluso el envío de alguno de los suyos el Abad había influido indirectamente en todo lo posible en tales acontecimientos.
Ahora y con las defensas divinas temporales establecidas en el templo de Rym, el sacerdote de Hextor se había dedicado al uso de poderosas escudriñaciones mayores sobre aquel de los suyos enviado al norte para observar directamente los resultados acontecidos en la ciudad justo tras la batalla y posteriormente en la misión suicida del ataque al corazón desprotegido de la horda.
Era una acción arriesgada pero necesaria. El siervo del Tirano sabía que para poder continuar con los planes la amenaza de la horda debía ser aniquilada, pasara lo que pasara con otras facciones de poder en la península. Todo elemento que pudiera poner en el más mínimo riesgo al Gran Plan sería absolutamente exterminado sin piedad.
Es por ello que desde su despacho privado en el templo Asgareth uso sus escudriñaciones para observar muy atentamente las acciones del grupo en su incursión suicida final. Asintiendo satisfecho mientras evaluaba las acciones del coordinado grupo, el sacerdote vio como el lugar era poco a poco desmantelado por los aventureros pese a las varias ocasiones en las estos que casi fueron aniquilados.
El Abad lamentó profundamente el mal momento que usó el monje para intentar usar su propia iniciativa, lo cual en cualquier otra oportunidad hubiera sido un movimiento acertado y correcto, pero conocedor de que justo en ese momento y lugar contra el poderoso siervo de herido orgullo de la dragona de cinco cabezas no surtiría efecto los esfuerzos del Discípulo. Tras la muerte de este el siervo del Todopoderoso tuvo que accionar sus escudriñamientos en el conocido clérigo del dios bárbaro para ver la resolución final de las acciones del grupo eliminando la amenaza final y la ajustada huida de los supervivientes del colapso total y definitivo tras destruirse el poderosísimo artefacto que moraba en el lugar.
Tras contemplar lo sucedido y muy satisfecho de que tan potencial amenaza futura quedara eliminada, Asgareth comenzó a meditar sobre como tendría que acudir a Bayas Rathu debido a la invitación recibida en el templo por parte del concilio si realmente este llegara a celebrarse.
En todo caso aun con los éxitos de otros miembros en Rym y lo que estaba siendo reunido muy pronto habría que tomar las decisiones para el siguiente paso, ahora que estaba la región norte despejada. El sacrificio de efectivos poderosos como el monje y la potencial recluta perdidos en el apocalipsis reciente en la frontera norte deberían ser subsanados por lo que este y otros asuntos serían pronto hablados a fondo con el resto de miembros de la Iglesia una vez estos fueran muy prontamente llamados.
Muy pronto habría que comenzar la tercera fase del gran plan, la más complicada de todas y donde más sacrificios, dolor y sangre costarían.. pero ese era el sino de los que sirven al Todopoderoso Tirano, mas pruebas quedaban por delante antes de la Gloria Definitiva.
Debido a los intereses de planes futuros y de acciones aún por llegar, Asgareth había hecho todo cuanto estaba en su mano por apoyar de forma indirecta a que los aventureros mantuvieran la ciudad de Bayas-Rathu en pie y sobreviviera al devastador ataque de la horda. A través de contactos con algunos aventureros e incluso el envío de alguno de los suyos el Abad había influido indirectamente en todo lo posible en tales acontecimientos.
Ahora y con las defensas divinas temporales establecidas en el templo de Rym, el sacerdote de Hextor se había dedicado al uso de poderosas escudriñaciones mayores sobre aquel de los suyos enviado al norte para observar directamente los resultados acontecidos en la ciudad justo tras la batalla y posteriormente en la misión suicida del ataque al corazón desprotegido de la horda.
Era una acción arriesgada pero necesaria. El siervo del Tirano sabía que para poder continuar con los planes la amenaza de la horda debía ser aniquilada, pasara lo que pasara con otras facciones de poder en la península. Todo elemento que pudiera poner en el más mínimo riesgo al Gran Plan sería absolutamente exterminado sin piedad.
Es por ello que desde su despacho privado en el templo Asgareth uso sus escudriñaciones para observar muy atentamente las acciones del grupo en su incursión suicida final. Asintiendo satisfecho mientras evaluaba las acciones del coordinado grupo, el sacerdote vio como el lugar era poco a poco desmantelado por los aventureros pese a las varias ocasiones en las estos que casi fueron aniquilados.
El Abad lamentó profundamente el mal momento que usó el monje para intentar usar su propia iniciativa, lo cual en cualquier otra oportunidad hubiera sido un movimiento acertado y correcto, pero conocedor de que justo en ese momento y lugar contra el poderoso siervo de herido orgullo de la dragona de cinco cabezas no surtiría efecto los esfuerzos del Discípulo. Tras la muerte de este el siervo del Todopoderoso tuvo que accionar sus escudriñamientos en el conocido clérigo del dios bárbaro para ver la resolución final de las acciones del grupo eliminando la amenaza final y la ajustada huida de los supervivientes del colapso total y definitivo tras destruirse el poderosísimo artefacto que moraba en el lugar.
Tras contemplar lo sucedido y muy satisfecho de que tan potencial amenaza futura quedara eliminada, Asgareth comenzó a meditar sobre como tendría que acudir a Bayas Rathu debido a la invitación recibida en el templo por parte del concilio si realmente este llegara a celebrarse.
En todo caso aun con los éxitos de otros miembros en Rym y lo que estaba siendo reunido muy pronto habría que tomar las decisiones para el siguiente paso, ahora que estaba la región norte despejada. El sacrificio de efectivos poderosos como el monje y la potencial recluta perdidos en el apocalipsis reciente en la frontera norte deberían ser subsanados por lo que este y otros asuntos serían pronto hablados a fondo con el resto de miembros de la Iglesia una vez estos fueran muy prontamente llamados.
Muy pronto habría que comenzar la tercera fase del gran plan, la más complicada de todas y donde más sacrificios, dolor y sangre costarían.. pero ese era el sino de los que sirven al Todopoderoso Tirano, mas pruebas quedaban por delante antes de la Gloria Definitiva.