Post by Eidolon on Dec 12, 2021 14:00:40 GMT 1
En pocos días los rumores se extienden por toda la región de Klenth y apenas un par de semanas después por el resto del Reino. Cierta cena de celebración en la que participaba representantes y cabezas de TODA la nobleza tanto mayor como menos en Klenth terminó en tragedia.
En un principio lo poco que se sabía con seguridad y certeza de lo ocurrido, que se hablara entre el pueblo llano, es que apenas una o dos horas después de iniciarse un evento de reunión social importante en el Palacio Ducal este estalló en llamas por los cuatro costados. Se dice que el único motivo por el que la antigua fortaleza quedó bastante dañada pero quedó en pie fue por su sólida construcción y porque unos 15 minutos después de estallar las llamas llegó una muy oportuna tormenta de verano que tal como llegó y tras media hora de fuerte aguacero terminó por disiparse justo tras apagar el fuego del edificio. Muchos hablan de que este portento fue enviado por los dioses para evitar que el justo castigo de la putrefacta nobleza afectara a las gentes sencillas y honradas gentes de la ciudad apagando el incendio antes de que se propagara a otras partes de la misma.
Otra cosa que se sabía con seguridad en un principio era sobre la muerte del Duque Kloroxet, regente de Klenth bajo la corona. Las gentes sencillas comentaban que tanto este como una pequeña parte de los nobles allí reunidos perecieron en las llamas y que era otro milagro de los dioses de que la mayoría de la gente que estaba dentro del edificio consiguiera salir de allí con vida.
La confirmación de la muerte del Duque llegó cuando a la mañana siguiente se formalizó un edicto por parte de los 4 Marqueses de la región sobre su fallecimiento y sobre la revocación inmediata de la muy controvertida "Ley de Equilibramiento Religioso" que mantenía a la mayoría de creyentes de la ciudad pertenecientes a las fes de las tríadas supeditadas a religiones minoritarias en la ciudad. Decir que este anuncio inundó de gozo a las masas en la ciudad sería subestimar la reacción de muchos a estas noticias. Se celebraron cánticos en honor al Pontífice de la Triada y a los Dioses e incluso hubo menciones a la justa y merecida muerte de aquel que provocó, siempre según la versión de los feligreses, tantos problemas en la ciudad.
Sin embargo con el paso de las semanas, con una ya clara desunión e iniciándose ya una dura lucha política entre los 4 Marqueses de la región por ocupar el vacío de poder, las especulaciones fueron aumentando más y más al mezclarse verdades y rumores no confirmados sobre los sucesos que acontecieron en Palacio. Muchos de los nobles supervivientes empezaron a dar sus versiones de lo sucedido entre sus familias que iban entrecruzando sus testimonios y teorías y tanto en altos como en bajos círculos se propagó entreversadas historias de las cuales no podía saberse que era y no era verdad pero que fue empañando sin duda las opiniones sobre lo sucedido.
Donde toda la nobleza de Klenth coincide en sus relatos fue que tras terminarse el muestrario de la colección personal de antigüedades del Duque, justo antes de la cena, se celebró un juicio regido por Duque y los altos cargos de la nobleza mayor así como representantes del consorcio comercial y del clan bancario hacia el Conde Bennett Reinhardt. En dicho juicio, con testimonio de toda la nobleza y representantes de estos enviados a la ceremonia, se sacó a detalle sobre las acciones del Conde que según el Duque habían sido de nefastas consecuencias para el Reino. Al parecer el reverenciado Protector de la Civilización fue mostrado con una luz menos brillante para la nobleza a la que el populacho ignorante le solía dar crédito.
Tras recordarse sobre los actos Inquisitoriales de Purga en la capital en la fundación del Reino y las propias acciones en Rym cuando era un mero caballero del Reino al cargo de su administración, el Duque pasó a eventos más recientes tras una tibia reacción indiferente de la nobleza a estos eventos. Al parecer se rumoreó sobre conexiones a los Libres del Conde, demostrada en proclamnas y leyes muy similares a algunas pretensiones de dichos anarquistas y terroristas, sobre su culpabilidad en crear disturbios de los feligreses de la Tríada y aparecer luego como salvador de los problemas iniciados por el, y como detalle final sobre la cada vez mas larga y misteriosa cadena de terribles desgracias a aquellos cercanos al Conde que pudieran arrojarle alguna sombra política sobre este dentro de su propia familia.
La mayor parte de la nobleza coincide en este punto en el que la exposición de hechos del Duque estaba destrozando y hundiendo políticamente con su oratoria al Conde, al cual se le notó titubeos en su defensa en la primera mitad del juicio sorpresivo sobre su persona delante de la nobleza de Klenth. Muchos, aunque no todos, entre los nobles de Klenth comentaron que no obstante tras una aberrante defensa inicial de medidas contrarias al consorcio comercial y a favor de la triste escoria campesinada.... además de lo que muchos interpretaron como desgraciadas palabras que podían tomarse como veladas amenazas sobre su poder y capacidades para enterrar bajo tierra el palacio si hiciera falta... el Conde empezó a cambiar su defensa completamente al darse cuenta de lo que estaba sucediendo y viendo como se le escapaba su imagen y favor que parte de la nobleza le otorgaba inicialmente.
Muchos, aunque no todos, comentaron que el Conde consiguió al final mas o menos restituir parte del daño que la impecable y experta oratoria del Duque le había causado cuando Lord Bennett al final concentró su discurso de defensa en sus capacidades de aplastar a los Libres y devolver las tierras de los nobles a la tranquilidad devolviendo al campesinado a su sitio por un lado.. y admitir requerir la guía de enviados del clan bancario y el consorcio comercial en sus tierras por otro. Sin embargo tras esta parcial, pero no total, recuperación de oratoria tanto el Duque como los marqueses y los enviados de los poderes de la Corona del Clan Bancario y el Consorcio comercial marcharon a la planta superior para convenir y negociar sobre que hacer al respecto de las acusaciones contra el Conde.
Los relatos sobre lo acontecido justo después y el motivo o causante varía enormemente entre los miembros de la alta sociedad e incluso entre muchos que ni siquiera estuvieron allí pero que echaron leña a las especulaciones.
Se dice que ni media hora después de iniciarse los debates privados entre el Duque y los Marqueses sobre el destino político que recibiría Bennett Reinhardt de cara al ducado, estalló un terrible incendio en la planta baja del edificio, justo donde la mayor parte del resto de la nobleza y soldados ducales se estacionaban mientras tanto charlando o tomando algo. Se habla de explosiones de fuego que prendieron en numerosos lugares de la sobrecargada cantidad de alfombras y tapices que decoraban la sala y que muy rápidamente las llamas y sobre todo al principio el humo crearon muerte, caos y confusión. No se sabe bien que causó el incendio, hay quienes hablan de un ataque de los Libres, los cuales YA SE HAN HECHO CON LA AUTORÍA DEL SUCESO pocos días después de que estallaran los rumores. Sin embargo otros hablan del ataque de un maligno hechicero pirómano y los hay que incluso apuntan sobre la autoría de lo sucedido a uno o varios de los propios nobles allí reunidos.
Sin embargo en ciertos colectivos reducidos pero muy específicos, que incluyen desde un extremo a ciertos miembros veteranos de la nobleza hasta el otro extremo a ciertos grupos keizorianos, se hablan de que hay leves indicios que apuntan o al propio Duque o al mismísimo Conde Bennett sobre lo sucedido. Sobre los partidarios de que el causante fue el Duque mencionan el odio sostenido y personal que este tenía contra todo lo que fuera relacionado a la Tríada y a la Inquisición con el asesinato por parte de estos de su hija Claudia décadas atrás y de que este haría lo que fuera por culminar su venganza contra el Último Inquisidor Superviviente del Reino.
Otros sin embargo señalan una teoría aterradoramente mas plausible en la que comentan la absurdez de la autoría del Duque cuando este acababa minutos antes de conseguir debilitar enormemente el poder político del Conde en la región al retirar de golpe buena parte de todas sus alianzas nobiliarias en la región al exponer los puntos menos brillantes y más oscuros de Lord Bennett al respecto de locuras aberrantes a favor del campesinado y los libres e imposiciones absurdas contra miembros del Consorcio comercial de la Reina.
Estas teorías señalan como se va produciendo una larga cadena de terribles y desgraciados sucesos, aparentemente nunca relacionados entre sí, que favorecían siempre al Conde cada vez que este lo necesitaba, no eliminando solamente a sus oponentes sino dejando siempre al Lord como un héroe en todas y cada una de esas situaciones. Que se hable de que el propio Bennett consiguió salir del Palacio en llamas, salvando a buena parte de los nobles en el proceso y curiosamente siendo el Duque una de las pocas víctimas nobiliarias en el proceso habla con una poderosa voz como un nuevo evento de tantos tan curiosa y misteriosamente favorables al Conde.
Estas teorías ya no son solo susurradas por unas pocas voces temerosas y en secreto, si no que se rumorea de forma oculta del reciente nacimiento de una nueva secta de tantas, solo que esta derivada de la Religión Principal de Pholtus y que cuyas curiosas diferencias señalan a Bennett Reinhardt como "El Guardia Negro enmascardo de Pholtus" y la "Oscura mano celestial vengativa de Pholtus para purificar sin piedad por espada y llamas a todos los blasfemos que se opongan a sus designios". Se habla de que esta secta la forman rencorosas almas, oscuras voluntades y vengativas gentes además de que esta nueva secta es llamada "Venganza de Pholtus". Curiosamente de forma paralela también hay algunos nobles que parecen aplaudir la inmisericordia de Bennett a aquellos que se le oponen y alaban la artística capacidad de conseguirlo sin nunca quedar directamente implicado en ello. Todas estas voces siguen siendo minoritarias y conspiratorias pero van creciendo en números de forma paulatina con el discurrir de los acontecimientos.