Aquí estoy finalmente, Bayas Rathu… destruida. Parece que fue ayer cuando estaba aquí completando la tarea que me encomendaron de la dichosa torre, todo porque el maestro ya no podía, bueno, no creo que haya tenido mucho éxito. Jafrith siempre me dijo que en algún momento vendrían a mí y que debía estar preparada. He recorrido el anillo exterior y está totalmente destruido, pocos edificios se mantienen en pie, he visto que están edificando varias estatuas conmemorativas. Aún son bloques de piedra… pero ya tienen placas y hasta ofrendas… He preguntado por la academia a uno de los guardias y me ha dicho sin mucho interés que la regentara uno de los héroes de Bayas, aunque a juzgar por su tono, poco le importaba. Un sujeto de extraña mascara, taciturno y muy raro. He visitado entonces de nuevo los bloques de piedra conmemorativos y visto el nombre del único que es mago. Relen… con ese nombre me dirigí al único lugar en la ciudad donde uno puede encontrar información o escuchar rumores, la posada.

   He entrado y está completamente destruida, aunque eso no ha evitado que este concurrida. Aunque dudo que pueda descansar aquí. Cuando me dirigía a la barra a hablar con el posadero, el destino me sonrió, justo en la mesa cerca estaba un caballero con la descripción que me dio el soldado malhumorado y para mi sorpresa se encontraba hablando con Stella, me uní a ellos y por fin pude mantener una conversación como aquellas con el maestro. Stella nos presentó, un hombre misterioso Relen, aunque debe ser un arcano de gran poder para enfrentar dragones y hordas de trasgos. He hablado con Stella, me ha dicho que ha hablado con Bennett y me ha contado que Herrid ha decidido dejar Klenth… Espero que no sea por mi influencia, si no por decisión propia, me alegro por él, espero que papá pueda llevar la herrería solo.

   Stella me ha propuesto una empresa interesante, ayudarle en la tarea de invocar un Estornino celestial para pedirle algunas de sus plumas. He aceptado sin dudarlo, es más que interesante y le debo mucho a Stella. Lo haremos en la academia de Relen, nos ha llevado a verla, aún no está abierta, pero hemos sido las primeras en verla y quizá seamos los primeros en utilizar sus instalaciones. Tiene un jardín precioso, pero las plantas están mal cuidadas y tiene pocas de utilidad real. Me he ofrecido a ayudarle a arreglarlo, plantar flores y plantas útiles para la alquimia y la herbolaria. Tras eso nos hemos sentado a discutir cómo abordar el tema de la convocación del ave celestial. Relen se encargará de las guardas y de mantener la convocación, y fabricar los inciensos con alquimia, cosa que me intereso, además claro de prestar la academia. Stella me ha encargo buscar los componentes necesarios y de ayudarle a dibujar el circulo de convocación en suelo y techo, el maestro Jafrith me ha enseñado, pero no está de más ver como loa hace ella, además me enseñara como eliminarlo y reparar el suelo si es dañado. Eso me recuerda al conjuro de borrar, lo que me costó dominarlo y el cómo lo aprendí de Jafrith, me había enseñado antes el de transcribir textos y lo usaba para todo. “el arte no es un juego, no puedes usarlo siempre para todo, solo en los momentos en que es oportuno” tras eso paso días enseñándome el conjuro, a transmutar la tinta y desplazarla para extraerla del pergamino, incluso a borrar escritura mágica. Tras eso me hizo borrar todo lo que había transcrito con el Amaunense y me hizo transcribirlo todo a mano. Era un vejete severo, sin duda.

   Volviendo a Stella, aparte de eso, seré yo la que mantenga las energías del circulo mientras ella negocia con el Estornino. Me interesa mucho no solo ayudarle, si no aprender en el proceso. Me ha dado una lista de compras, no es la primera vez que recorro media Paugran en busca de componentes y el tiempo apremia. Comenzará por aquí mismo en Bayas y si no puedo conseguir todo, Relen me ha sugerido la casa comercial de su familia. Ya veremos, de igual forma aún tengo algunos contactos en Bayas que me serán útiles, si es que siguen con vida… De momento me iré a dormir, parece que la posada si tiene aún alguna que otra habitación disponible.

   Así pues, nos perdimos durante semanas por la espesura, recorriendo fuera de los límites de las ciudades y visitando, cuevas, minas y templos abandonados. La verdad bastante revelador, académico e instructivo. El Abad tiene bastante sabiduría para repartir, aunque parecía suficiente para valerse por sí mismo. Me pregunto por qué necesitaba de nosotros. Aproveche para tomar una gran cantidad de notas, tomar diversas muestras y dibujar algunos bocetos de plantas y flores mientras descansábamos o hacíamos la guardia. También aproveche y conocí mejor a todos los chicos y profundice en charlas con Stella. En cierta parte del viaje, Hache toco una tumba y un rayo de energía divina abraso su piel y arrebato su vida, sentí mucha pena por el muchacho, por suerte, el abad demostró su gran poder y lo trajo de vuelta a la vida. El abad como ya he dicho antes es un hombre extraño, en ciertos puntos no quiso acceder a la parte más recóndita de las ruinas en donde se necesitaba siempre una llave, las cuales siempre recogí yo y se las di. Era su excursión y estaba financiada por él. Nos contó que eran ruinas asociadas a la ciudad caída de Mhol, en donde un brujo Gnomo, uno de los fundadores., realizaba oscuros experimentos con fuerzas demoniacas que terminaron arrastrándolo al abismo. También nos explicó que había tres gemas en las ruinas y una adicional de ellas estaba a plena vista en Luar Rush, no me quedan claras sus intenciones al contarnos esto, pero hay algo detrás de este contrato de aventureros. Fuera como fuere, por fin regresamos a Rym, en donde el abad nos pagó lo prometido, además de repartirnos el botín. Stella se fue con el abad y Bronco al templo, mientras Hache y yo nos fuimos a la posada, bebimos algo y yo necesitaba un largo baño y no podía esperar para caer en la cama, todo ha ido bien. Mañana partiré a Luar Rush, no, no a buscar la gema escondida, a comprar ciertos objetos que necesito y a invertir el dinero del abad en algo productivo.