Post by nomphosumus on Oct 30, 2018 13:58:19 GMT 1
Con un aspecto bastante común y mediocre, de carácter siempre práctico y abierto al diálogo, algunos aquellos que pasen con el uno días siempre destacarán que es demasiado pragmático y quizás hasta materialista, este joven parece ser un recién llegado a los ambientes de proscritos, aventureros y mercenarios. Aparte de su nombre no se sabe mucho de él, excepto que proviene de un pequeño pueblo perteneciente a la ciudad estado de Lual-Thyr, en el extremo sur de la península.
Quienes le preguntan por su pasado suelen oír más o menos siempre lo mismo, una historia bastante sencilla y gris en la que Alan tras supuestos problemas en su juventud en la que perdió a su familia de alguna forma horrible este terminó por instalarse siendo poco más que un adolescente como ayudante en una vieja y destartalada librería en un pueblo, no lejos de Lual-Thyr. Fue allí ayudando al medio sordo y ciego tendero que Alan se encontró con un puesto de vida estable y además con acceso a numerosos volúmenes de todo tipo y de segunda mano. Deseoso de tener algunos estudios y por mejorar su pericia en combate, Alan dividió su tiempo entre ayudar en la librería y servir en la milicia del pueblo como voluntario, donde se ganaría algo de respeto en el lugar y ganaba tiempo para decidir que hacer con su vida.
Volviendo al presente Alan parece estar bastante centrado en el aquí y el ahora aunque parece de los que siempre están planeando que hacer y estar dispuesto a agarrar las oportunidades que se le presenten.
Además de su habilidad marcial y conocimiento de los textos escritos este mercenario parece tener alguna clase de aptitudes divinas o sortílegas de las que no habla mucho, pero de la que no duda en usar cuando la situación en la que se encuentra se vuelve apurada.
Pese a todo se le ve bastante nuevo en su actual cometido como mercenario, ya sea quitando la herrumbre a sus armas y armadura, contando las pocas piezas de oro que suelen sobrarle o malgastando a veces su dinero en las tabernas de la zona.
Esto no quita que esté siempre dispuesto a unirse a otros aventureros si cree que eso le va a ayudar a abrirse paso en este mundo de aventuras y proscritos en un mundo donde abundan tantas ruinas, tantas hordas bárbaras, tantas tribus trasgoides y tantos misterios de un mundo por explorar.
Quienes le preguntan por su pasado suelen oír más o menos siempre lo mismo, una historia bastante sencilla y gris en la que Alan tras supuestos problemas en su juventud en la que perdió a su familia de alguna forma horrible este terminó por instalarse siendo poco más que un adolescente como ayudante en una vieja y destartalada librería en un pueblo, no lejos de Lual-Thyr. Fue allí ayudando al medio sordo y ciego tendero que Alan se encontró con un puesto de vida estable y además con acceso a numerosos volúmenes de todo tipo y de segunda mano. Deseoso de tener algunos estudios y por mejorar su pericia en combate, Alan dividió su tiempo entre ayudar en la librería y servir en la milicia del pueblo como voluntario, donde se ganaría algo de respeto en el lugar y ganaba tiempo para decidir que hacer con su vida.
Volviendo al presente Alan parece estar bastante centrado en el aquí y el ahora aunque parece de los que siempre están planeando que hacer y estar dispuesto a agarrar las oportunidades que se le presenten.
Además de su habilidad marcial y conocimiento de los textos escritos este mercenario parece tener alguna clase de aptitudes divinas o sortílegas de las que no habla mucho, pero de la que no duda en usar cuando la situación en la que se encuentra se vuelve apurada.
Pese a todo se le ve bastante nuevo en su actual cometido como mercenario, ya sea quitando la herrumbre a sus armas y armadura, contando las pocas piezas de oro que suelen sobrarle o malgastando a veces su dinero en las tabernas de la zona.
Esto no quita que esté siempre dispuesto a unirse a otros aventureros si cree que eso le va a ayudar a abrirse paso en este mundo de aventuras y proscritos en un mundo donde abundan tantas ruinas, tantas hordas bárbaras, tantas tribus trasgoides y tantos misterios de un mundo por explorar.