LA BATALLA FINAL POR AUGUSTO, POR LOS VIVOS Y POR EL REINO



La proclama del resultado final del conflicto es anunciada a los 4 vientos por numerosos bardos y supervivientes en el Reino tras la larga y BRUTAL batalla contra las fuerzas del mal en Augusto. Sin embargo la batalla contra los terribles y pérfidos poderes que nadie se atrevía soñar a enfrentar ha tenido un terrible y enorme coste para todo el Reino, con la pérdida de al menos 4 legiones y con el sacrificio final del mismísimo Rey Rockham en los últimos momentos de la batalla por recuperar su antiguo hogar.


1 - EL CONTRAATAQUE DE LOS NO MUERTOS QUE INTENTO ROMPER LAS FUERZAS DEL ASEDIO

Se cuenta que nada más reunirse las tropas, apenas unas horas previas a lo que iba a ser el inicio de la marcha hacia Augusto, que los insidiosos seres muertos realizaron hechicerías de poder supremo que aumentaron el campo distorsionador impuro de la realidad a toda la región, incluyendo la línea del frente. La magia de llamado de seres, transporte, teleportaciones y ocultaciones dimensionales incluidas quedaban seriamente restringidas y cerradas para las fuerzas del Reino. Fue en esos instantes cuando por todo el campamento numerosísimos portales aparecieron por doquier entre las trincheras, de dichos portales empezó por sorpresa a verterse infinidad de conjuros de ataque, hechicerías disipatorias y sobre todo una cantidad inagotable de seres muertos.

Oleadas de miles o decenas de miles de; esqueletos de medianos, acompañados por numerosas manadas de ratas no muertas infestadas, cientos de sombras, e incluso decenas y decenas de monstruosidades constructas de hueso que portaban cuchillas como brazos, cargaron por sorpresa tras las explosiones y nubes de gas causando caos, muerte y destrucción a los ejércitos del país. Por si no fuera bastante se dice que oscuros portentos se divisaron en el cielo, dos meteoritos de fuego verdoso disparados desde la lejana montaña y que cayeron en el campo de batalla, uno de ellos desviado en el cielo en el ultimo momento con el sacrificio de cientos de lamparcontes de los aliados celestiales y el segundo cayendo con una detonación de un terrible fogonazo y explosión donde se situaba el bosque de los aliados de la naturaleza.

Se sabe sin embargo que fue en ese momento, con las compañías de las legiones dispersadas y luchando por sus vidas, cuando la Legión penal al mando de Tanya Shenkevar, realizó una agresiva maniobra de envoltura alrededor de la mitad de las trincheras exteriores y con apenas unas pocas líneas de grosor de varios miles de violentos y dementes luchadores adoctrinados hasta niveles inhumanos, que la Legión Penal y Tanya Shenkevar con sus perros de la guerra dio una oportunidad de supervivencia y victoria en la batalla a cambio de absorver ellos solos casi a la mitad de los peligrosos asaltantes muertos.

Mientras el caos y la muerte se desenvolvía, los Héroes del Reino acompañados de otros mercenarios y aventureros, usaron sus inmensos poderes para irse abriendo paso en solitario entre las líneas del frente en batalla como un cuchillo caliente atravesando mantequilla. A través de muerte y destrucción, pasando entre numerosos luchadores enfrentándose a las hordas de muertos, soldados siendo devorados por ratas no-muertas infestadas, pasando por encima de hordas inagotables de esqueletos medianos, con explosiones de fondo y escuadrones volantes de lamparcontes luchando con grupos de sombras cruzando los aires en todas direcciones, los Héroes del Reino y otros mercenarios fueron en formación compacta atravesando todas las líneas mientras de fondo se oían los cuernos de las compañías y Legiones intentando organizarse y reagruparse.

Definitivamente está claro que las acciones de la Legión Penal y los Héroes del Reino frenaron de alguna forma a los atacantes y dieron tiempo y algo de espacio para que el resto de las Legiones pudieran reorganizarse, pudieran reagruparse, pudieran sobrevivir. Sin embargo tras una dura y larga lucha cuando los Héroes consiguieron atravesar las líneas de asedio infestadas de atacantes y llegaron al corazón de lo más intenso de la batalla encontraron que era demasiado tarde para lo que quedaba de la Legión Penal y de Tanya Shenkevar. No había rastro de la comandante y tras numerosos movimientos de fortificación, retiradas, fintas e incluso uso de poderes de construcción de muros, estos finalmente cayeron prácticamente hasta el último hombre justo cuando las legiones y los Héroes llegaban al lugar.

El resultado es que pese al enorme sacrificio realizado, buena parte de las armas de asedio del Reino reunidas estaban destruidas, aunque a cambio el ejército pudo observar que mientras destruían a los últimos atacantes como el resto de las hordas de seres se retiraban de vuelta por los portales por los que aparecieron mientras dichos portales se sellaban y destruían tras de sí.


2 - LA SUBIDA POR LA MONTAÑA

Con La Legion 0 aniquilada en su sacrificio, el nombre de Shenkevar reverberando entre soldados y oficiales como mártir, la mayoría de armas de asedio destruidas incluyendo varios de los carísimos y exóticos gólems, y más o menos una cuarta parte de bajas en el resto de cada Legión restante... en esta ocasión no había marcha atrás, era la victoria o el fin del Reino. Sin apenas dudar o hablar de lo sucedido, salvándose algunos heridos donde era posible, el ejército empezó a preparar de inmediato la marcha hacia la montaña con la Primera Legión al frente.

Por delante del ejército sin embargo los Héroes del Reino se ofrecieron a marchar como avanzadilla de forma inmediata. Junto a ellos viajarían los aun numerosos celestiales supervivientes de la batalla anterior y la tercera compañía de la Primera Legión.

El avance montaña arriba, con la insidiosa luz rojiza de la realidad manipulada en toda la región de constante recuerdo del resultado para el Reino de lo que sería la derrota, empezó sin demasiados incidentes. Sin embargo esto pronto cambió con el encuentro de la avanzadilla de los primeros grupos de muertos distribuidos por los fortificados caminos en el avance de las paredes de la gran montaña. Apenas se inició la lucha cuando un terrible aullido lejano y un temblor casi parte las montañas de la región y cuando con gran horror para todos, una ladera ENTERA de la montaña se desprendía de repente. La terrible brujería oscura hizo que kilómetros de montaña se derrumbaran levándose entre gritos de horror a toda la tercera compañía que viajaban con los héroes e incluso haciendo que la montaña cayera sobre la Primera Legión que viajaba al frente del grueso del ejército.

El terrible suceso y la nefanda hechicería de las poderosas defensas de la necrópolis habían destruido, en lo que fue literalmente un chasquido de dedos, a toda la Primera Legión Inquisitorial del Reino. Sin embargo como única nota de esperanza en ese suceso, gracias a poderosos conjuros de hendiduras en la roca, muros de piedra y otras contingencias los Héroes del Reino y algunos escasos mercenarios que les acompañaban consiguieron sobrevivir estabilizando un pequeño lugar de la ladera que no se derrumbó, por el contrario que el destino de muchos hombres los Héroes sobrevivieron en el último segundo gracias a su rápida reacción de respuesta.

Tras esto los héroes y aventureros no cejaron en su empeño y prosiguieron su avance, usando poderes para ir creando nuevos caminos en la ladera derrumbada, permitiendo que el resto del ejército del Rey volviera a intentar la subida de las montañas tras ellos. Esta vez las tropas se separaban en compañías para avanzar a unas distancias prudenciales entre ellas por el ascenso de las nuevas sendas creadas y marcadas por los Héroes que proseguían mucho más adelante. Y aún así en estos nuevos caminos pequeños grupos de no muertos más poderosos tendieron numerosas emboscadas en cuellos de botella particulares por toda la región creando bajas y dificultades al ejército del Rey por cada paso que avanzaban pese a que los Héroes consiguieron batirse por si solos a innumerables hordas de cucarachas y arañas gigantes necrotizadas en la punta de lanza del avance de los ejércitos.

Mientras tanto ocurrió algo inesperado que demostraba sin lugar a dudas que los Dioses de la Tríada estaban con el Reino, un suceso extraño para muchos de un pacto reciente no conocido por parte de la casa Reinhardt que era revelado en ese momento. Numerosas tribus enteras de guerreros y luchadores trasgoides aparecieron en la región trepando las montañas por otras zonas de acceso, haciendo que las defensas de la necrópolis empezaran a centrarse en esta pequeña horda y permitiendo un acceso relativamente más asequible a las Legiones de Rockham. Sin embargo a una distancia más reducida a la Necrópolis, alzar el vuelo unos metros por encima de las rocas aseguraba recibir ráfagas de rayos desintegradores verduzcos de alto poder. Estas ráfagas antiaéreas precisas y constantes redujo aún más las fuerzas celestiales y de Lamparcontes que intentaba ir ascendiendo junto a las fuerzas y tropas del Reino.

El avance era difícil, viéndose a lo lejos explosiones de más meteoros verdes provenientes de la ciudadela que caían sobre las hordas trasgoides, machacando y reduciendo estas a cenizas. Fue entonces cuando los aliados de la naturaleza, que pese a la destrucción inicial que recibieron y las muchas bajas recibidas entre sus fuerzas supervivientes en el caos del contraataque inicial, soltaron su más aberrante y poderosa arma. Un túmulo druídico entero, una colina de cientos de metros hecha de tierra y piedra, con obeliscos coronándola, caminando como si fuera un ente propio sobre tentáculos de piedra flexibles. La fascinación y el terror que tal ser produjo elevó de alguna forma la moral de los Héroes del Reino hasta que estos vieron como la ciudadela desplegaba su propio monstruo gargantesco.

En una lucha que solo cabe en las más dementes fábulas de bardos insanos, todos los presentes pudieron observar como una torre de inmenso tamaño en la Necrópolis comenzaba a moverse y a desplegar miembros de hueso y carne fusionada para empezar a bajar por la montaña con el objetivo final de luchar en duelo personal contra el túmulo druídico andante.

Los dos gargantescas entidades combatían mientras los Héroes del Reino llegaban con éxito a las cercanías de las murallas exteriores de la necrópolis. Cuando finalmente estos dos seres implosionaron juntos en destello verde cegador la destrucción de estos convirtió sus restos en una inmensa masa de ladrillo, rocas, tierra y otros desechos que provocaron otro derrumbe que se llevó por delante esta vez tan solo a varias de las tribus trasgoides subhumanas que trepaban por otra de las laderas de la montaña. Estaba claro que la Tríada protegía con su poder.

Finalizando el paroxismo de explosiones y tras varias horas las tribus trasgoides supervivientes y las Legiones de Rockham llegaron a las cercanías de la propia Necrópolis y fue allí tras algunas acusaciones cruzadas de promesas a cumplir, algún juramento y varios impropervios con el Ogro Hechicero al mando de los restos de aquella pequeña horda.. que el Rey en persona zanjó el asunto con cierta concesión y los supervivientes reunidos repasaron y actualizaron el modo de finalmente atacar y entrar en la ciudadela.


3 - EL ATAQUE A LA NECROPOLIS

Las legiones 0 y 1 estaban aniquiladas y había no pocas bajas en el resto de Legiones, así mismo los aliados naturales estaban casi completamente destruidos y solo quedaba una fracción de las fuerzas celestiales, un puñado de tribus trasgoides diezmadas, casi no quedaban armas de asedio de mención y había llegado la hora de atacar la ciudadela mejor defendida de la civilización dominada por hordas de muertos vivientes y poderosos hechiceros oscuros. Llegaba la hora de la verdad.

Pero quedaba un as oculto en la manga, formadas las tropas y a punto de empezar una carga suicida contra los muros de Augusto en ese momento preciso una buena parte de las defensas estáticas de la ciudadela quedaron de golpe desactivadas. Runas y símbolos de muerte apagados, estatuas disparadores de rayos letales desactivas, protecciones y letanías de perdición y oscuridad desviados. No solo las defensas estáticas si no que gran parte de los nigromantes, hechiceros, oscurantistas y muertos de capacidad superior fueron desviados en una extraña defensa concentrada hacia la ciudadela interior de la necrópolis en una desinformación que implicaba proteger ese vital corazón interior de Augusto.

La señal fue clara y el ser de poder y rango superior de la necrópolis que estaba a favor del Reino había actuado. Pese con todo era una lucha feroz la que se presentaba con miles y miles de defensores élite esqueletos blindados y recubiertos en hierro, cientos de constructos letales de hueso, parte de las baterías oscuras de rayos desintegradores aún activos, así como otros terrores preparados en las defensas de la ciudadela y su muralla exterior.

No importaba, era ahora o nunca, y con los Héroes del Reino al frente; en los que estaba la vomitiva abominación druídica Xhumira, el infame Archimago de Bayas-Rathu Relen, la mediana siempre ignorada en tiempos de paz Zhurik pilotando un constructo de guerra y las legiones justo detrás se inició una carga hacia las murallas por la Gloria y por el Reino, por la Venganza y por la Desesperación. Victoria o muerte. Victoria Y muerte, no importaba. Curiosamente por delante de los propios Héroes del Reino los primeros que se atrevieron a lanzarse contra una ciudadela de hechicería y muerte aseguradas fue un escuadrón de enanos con su líder al frente, un tal Bifur Tres Patas, con ojos inyectados en sangre y la mirada solo centrada en subir la rampa de la muerte hacia la ciudadela, sin importar el coste. Justo tras los enanos marchaban los Héroes del Reino y un par de aventureros más que destacaron en la batalla, un elfo arcano llamado Eliandor y un luchador de Hextor llamado Shard. Mientras los ejércitos cargaban lo que más llamó la atención fue que el propio Héroe Bennett Reinhardt montando en un pegaso celestial y llevando en las garras de este al Héroe Keizok, se lanzaron junto a lo que quedaban de los celestiales y a varios paladines voluntarios en manos de estos seres a lanzarse en un ataque aéreo suicida distractorio y para intentar soltar gente tras las murallas.

Con la carga casi suicida a realizar por delante oro de los oscuros planes de retorcidos ataques de la necrópolis se manifestó en la retaguardia del ejército cuando los supervivientes de los ataques de ratas infestadas en horas previas empezaron a mutar y transformarse en malignos licántropos que de inmediato empezaron a lanzarse a los cuellos de sus sorprendidos compañeros. Al menos dos centenares de estos seres recién convertidos empezaron a degollar gargantas a matar y a infectar justo en la retaguardia de la carga en dos de las legiones restantes.

Eran momentos de desesperación, justo en el momento más crítico de caos en la retaguardia del ejercito y ataques de licántropos infectos rata, con hordas de seres de hueso al frente soltando de sus enormes cajas torácicas a necrotizados seres corrosivos que dieron pausa y terror en el avance de los Héroes del Reino, con constructos de ataque supervivientes dando pasos hacia atrás por la revelación de los seres devoradores de metal. Podría ser perfectamente el fin del ataque de los ejércitos del Reino, el momento de la retirada y la derrota, el momento que daría al futuro de muerte y destrucción de una civilización.

Sin embargo fue justo en ese momento también cuando el el Capitán y Vizconde Bennet Reinhardt consiguió contra todo pronostico lo que otros no podían conseguir. En su carga aérea suicida, mientras numerosos rayos desintegradores y grupos de seres sombríos se les lanzaban hacia ellos, mientras los celestiales restantes a su alrededor iban siendo aniquilados, en esos momentos clave Bennett lanzó una parte considerable de sus rezos destructivos sísmicos y de caídas de cometas meteóricos concentrados sobre las puertas principales de la ciudadela consiguiendo derribarlas en un momento clave. La recompensa por su acción fue la aniquilación de los celestiales y el derribo de su montura, cayendo tanto el como Keizok, varios paladines y unos pocos celestiales que quedaban sobre las calles de la necrópolis justo tras las murallas.

Cuando los Héroes del Reino vieron lo sucedido por encima de ellos una resolución final se apoderó de estos y redoblaron sus esfuerzos para avanzar, con las puertas caídas por una parte y para intentar llegar hasta sus compañeros caídos antes de que las legiones muertas los arrasaran por otra parte. Curiosamente entre masas de esquletos, constructos de hueso que seguían cayendo desde arriba arrojando mas seres corrosivos y otros peligros que el enano Bifur, con su cuadrilla de enanos ya muertos, cargo el solo primero directo hacia las puertas de la ciudad.

Mientras tanto algo más arriba los celestiales y los paladines eran masacrados en las calles mientras que solo Bennett y Keizok conseguían sobrevivir bordeando un edificio que con una escasa cornisa daba directo hacia el vacío más abajo, con sombras y algunos esqueletos colándose constantemente a su posición y teniendo que luchar en tan precaria situación. Con todo, usando más conjuros sísmicos en las calles en las que estaban tras las murallas y la confusión de crear una batalla tras las murallas que parte de las defensas exteriores quedaron algo divididas y replegadas por esa situación.

Con el hueco que se produjo en esas defensas y el uso por parte del Duque Laer de un regalo de la Druida Xhumira, un gigantesco cangrejo apareció donde antes no había nada, un último ser guardián restante, se produjo una brecha de entrada frente a los Héroes hasta las puertas. El cangrejo gigante se lanzó rabioso derribando a un par de cientos de esqueletos y un par de docenas de constructos de hueso hasta que estos en masa derribaron al ser, cayendo este último guardián de la naturaleza junto a todos esos defensores despedazados kilómetros abajo por la montaña.

En el ahora agujero producido los Héroes del Reino entrado directamente a la ciudadela con las Legiones de Rockham pisándoles los talones y entrando estos en masa en las calles de la ciudad. El Duque Laer sin embargo se quedó atrás luchando contra la masa de licántropos que iba aniquilando a las dos legiones de retaguardia del Reino. Mientras los Héroes conseguían reunirse con Bennett y Keizok que habían conseguido resistir hasta ese momento y juntos emprendieron el camino a la última fase del asalto.


4 - LA DISTRACCIÓN Y EL MILAGRO EN LAS MINAS

Mientras las Legiones entraban en las calles causando caos y destrucción en la ciudadela todo el tiempo que pudieran, con las defensas aún bajadas, los nigromantes, brujos y los seres no muertos de alto poder desviados en secreto a una supuesta misión de proteger la ciudadela interior y su sanctasantorúm, el verdadero ataque se realizaba en el sitio mas insospechado y de supuesto menor valor, las profundidades de las minas.

Los Héroes del Reino y otros aventureros accedieron a las minas en solitario mientras las legiones luchaban y se sacrificaban en las calles de arriba. Aun pese a las distracciones el lugar no estaba sin vigilar, decenas y decenas de constructos de hueso letales les salieron al paso en una encarnizadísima lucha personal en tan estrechos lugares. Fue entonces cuando sin que los demás lo supieran la infección adquirida horas atrás que en secreto llevaba ya un buen rato recorriendo los interiores de Keizok estaba llegando a su fase final. La ansia de sangre y carne a desgarrar y su instinto de maximizar el daño que casi lo tenían ya totalmente tomado hizo que el explorador decidiera que su conversión se completara en el exterior, donde el caos de la batalla en las calles le dieran el mejor cobijo posible para aquello que tuviera que ocurrir.

Ignotos a este hecho, concentrados en los duros combates y asumiendo a Keizok caído y enterrado en montañas de huesos en los combates subterráneos, los Héroes finalmente avanzaron por los pasajes y rutas modificadas de lo que fueron las antiguas minas. En ellas oleadas de horrores insectoides necrotizados como; plagas de arañas gigantes, cucarachas y seres corrosivos debían ser combatidas una y otra vez, mezcladas con sombras, constructos esqueletos y todo tipo de aberraciones almacenadas en el lugar. Oleadas tras oleadas, con dificultad, dejando atrás tirados objetos mágicos vaciados de poder, los héroes y aventureros restantes fueron avanzando mientras que arriba las legiones quedaban inmovilizadas en las calles y empezaban a perder terreno ante las oleadas de muertos de la ciudad pese a la no intervención de hechiceros y seres oscuros superiores.

Siguiendo susurros de las devas y el solar, con sus presencias disminuidas y reducidas a globos de luz flotando a la espalda de Bennett para evitar que el poder de estas llamaran la atención por el lugar, los Héroes llegaron a la estancia mas profunda de las minas. Fue allí donde un combate final ante mas gigantes óseos y una abominación pensante hecha con pedazos de demonios cosidos entre sí dio lugar. El ser era impensablemente resistente y durante todo el combate empezó a aullar y hacer foco de llamamiento a otros seres muertos cercanos como espectros y más seres incorpóreos que comenzaban a acudir hacia el lugar.

Sin embargo con grandes esfuerzos el ser hecho de pedazos de demonios cosidos fue finalmente abatido, exterminado además el pútrido espíritu que el ser vomitó en su caída. Las devas y el solar se repartieron por la estancia, de momento purificada de seres, y empezaron a entonar sus cantos alrededor del artefacto en manos del solar de cuatro caras.

El poder y la intensidad de las energías del artefacto empezaron a desplegarse y conforme el Solar recitaba a la vez los tres pergaminos de deseo que el artefacto encaraba en su superficie.. el poder entrelazado de los tres milagros comenzaba a combinarse con cuidado pero con rapidez al ser recitados por un ser y una casa celestial, cuyo propósito en el cosmos había sido orientado a ese momento específico. Las energías de las páginas de los tres deseos-milagros iban enlazándose a las tres devas cantoras, siendo estas devoradas y autosacrificadas una a una, completándose más y más el ritual hasta que el mismísimo Solar terminó por fusionarse a la energía resultante que estaba dando lugar.

Como último gesto, lo que quedaba del solar mientras se fusionaba al artefacto enlazó un fragmento minúsculo de su esencia hacia la persona de Bennett Reinhardt, hijo de aasimar, ancla de poder de los celestiales en la batalla, que ahora heredaba lo poco que quedaría de lo que fue una casa Celestial entera sacrificada y consumida para este propósito, pudiendo convertirse en una semilla de otra cosa en el futuro.

Al completarse el sacrificio y siendo el artefacto consumido en un paroxismo de luz y poder final al iniciarse la alteración precisa y quirúrjica de una realidad muy concreta y localizada, todos los presentes sintieron que por un segundo infinito sus esencias quedaban suspendidas como meras mentes interconectadas a un todo, sentidos expandidos unos momentos a la realidad que todo ocurría y finalmente el plan fue cumplido.

Arriba en las calles, los soldados y legiones que luchaban por sus vidas pudieron ver como todos los no muertos, todas sus legiones de hueso y carne mancillada, toda su oscuridad, sus nefarios hechiceros, brujos y nigromantes, toda su inmundicia era arrancada y desaparecía de la realidad, difuminados, arrancados de la existencia en una paradoja de poder y destino bajo el signo de los Dioses de la Triada por siempre de Augusto, la necrópolis aniquilada por fin, la amenaza del Liche Supremo mandada al olvido. Pero sin embargo la alegría del triunfo final fue empañada ante la visión del Rey Rockham muerto en los momentos finales de la batalla. Agotado por el combate y las heridas, sacrificándose este y salvando a muchos combatiendo en primera línea junto a su Primo el Archiduque Ejecutor, aplastando innumerables no muertos hasta el momento final cuando justo varias flechas negras le atravesaron el cráneo por parte de un oscuro arquero lincántropo blasfemo. Keizok el explorador oscuro cambiaformas licántropo regicida, pagó cara su vil hazaña al ser momentos después partido en dos por el propio Archiduque y primo del Rey. Fue justo en ese momento final cuando toda la no muerte, cambios de las últimas décadas en el lugar, cadáveres y caidos en batalla fueron desechos y barridos de la existencia por siempre.


LA VERDAD OCULTA QUE MUY POCOS HAN LLEGADO A CONOCER



Más allá del duelo pendiente por la pérdida del Rey y los cantes y vítores del Reino de los vivos ganándose su supervivencia con la purga de la blasfema necrópolis, pagando por siempre un altísimo precio en soldados, paladines y clérigos... que la realidad de lo ocurrido al final fue mucho más compleja y que solo unos pocos atisbaron a entender algo de lo ocurrido. Entre esos pocos se encontraban los Héroes del Reino y otros aventureros que se encontraron junto al foco del milagro combinado.

Y es que en el momento de la sublimación final de poder, con los celestiales consumidos y la realidad desdibujándose entre dos líneas temporales; ambas iniciándose décadas atrás cuando cierto mercenario que había trabajado para varios bandos al mismo tiempo optó al final por dejar casi destruido y debilitado al liche en los inicios de la caída de Augusto, usando una esfera de poder de la Torre de los Túnicas.

- La primera de las líneas a desdibujar, en la cual poco tiempo después cierta druida tomo una filacteria en forma de anillo por pura codicia y deseo de tomar objetos brillantes y se la entregó a la oscura entidad en el momento del enfrentamiento contra esta, fortaleciéndose este ser y sellándose la caída de la ciudad....

- La segunda de las líneas en un pasado alterno donde la esfera de poder consume al liche por completo una vez el mercenario la usa contra el.

El ritual de poder tomaba elementos de ambas líneas pero con un nivel de finura que un mortal no podía realizar, una precisión que implicaba cambios solamente en los límites de la propia Augusto y cerraba cada uno de los posibles flecos de alteraciones, impactos y ondas hacia otros elementos de la realidad que salieran de los confines del cambio concreto que se buscaba.

Y mientras todo era luz y el poder empezaba a desdibujar elementos concretos del pasado, cuando la necrópolis parecía que empezaba a parpadear, en ese momento infinito en las mentes y esencias de los presentes junto al ritual, ese momento infinito pareció pararse en sus mentes cuando otra presencia, más allá de las varias decenas de esencias de seres que parecían atisbar el evento más allá, fueran seres de la ciudad u otros desde lugares lejanos en pensamiento y consciencia que espiaban el evento, una presencia que apareció y que resulto ser el propio Kiathnalassar.

El señor de los liches manifestó su presencia y consciencia en esos instantes, confiado, tranquilo, calmado, espectante, algo sin duda no cuadraba en todo el asunto pensaron varios de los Héroes. No solo esto si no que además pareció emanar sus pensamientos a los presentes. La revelación dictada por el antiguo y poderosísimo ser que congeló la mente de algunos era que todo lo sucedido era parte de un plan mayor diseñado por el.

Los sueños de los videntes de no muerte y destrucción de la península, toda la guerra de las batallas y ataque a la ciudadela, los miles de muertos en esa batalla, la deslealtad del Señor Espectral reconduciendo el Equilibrio junto a la Anciana Xhumira para obtener el artefacto a usar por los celestiales, la bajada de defensas de la ciudadela, la ausencia de los no muertos y nigromantes de más poder en la batalla, todo planificado previamente a propósito para que se diera esa circunstancia particular.

Pero no solo eso, se reveló en ese segundo infinito de pensamientos que todo, absolutamente todo, desde el inicio de la aparición de los Trasgoides del Ojo, las confabulaciones de ciertos nobles con los trasgoides, el apoyo a la casa Scavaea, la toma de Augusto, la purga de Lual-Thyr por parte de un impetuoso Rockham, las devastaciones en la península, la manipulación a druidas para que estos creyeran que la idea de las reconducciones eran de ellos, la manipulación al Señor Espectral que se creía infiltrado, las decenas de miles de muertos en Rym, la unión y formación de ciudades estado hasta formarse Reinos y la consolidación final de un solo Reino amparando la civilización conocida usándose a El como foco de odio y miedo unificador común de todos. Todo parte del plan de Kiathnalassar en una retorcida forma de lealtad de cumplimiento de un juramento hace muchos siglos a la hace mucho tiempo muerta Paladina Rathvelor. Una promesa y un juramento final antes del sacrificio de esta por parte de lo que era entonces meramente un muy poderoso elfo nigromante, un compañero de aventuras y poder.

En esta revelación final, tras palabras acertadas gracias a la afilada intuición y sabiduría de la Anciana Xhumira y tras oirse acusaciones sin sentido ni importancia de lo que la entidad consideraba un aprendiz fallido de escasa sabiduría... Kiathnalassar uso el paroxismo de poder como la pieza final que el requería para completar sus propios rituales de poder. Un chasquido de dedos mental es todo lo que necesitó para reconducir un fragmento del poder del ritual para encajar y combinar en sus poderes propios finales.

La consecuencia de esto fue que mientras el ritual de poder supremo original funcionaba como estaba previsto y diseñado, al mismo tiempo los planes de poder y rituales de Kiathnalassar se completaban también aunque implicara realidades y entropías diferentes. Usándose en parte el poder de alteración y separación de realidades concretas sobre Augusto y en mayor parte aún los rituales preparatorios y poder previos del que fue un elfo, las energías resultantes sobrantes empezaron a ser canalizadas hacia el liche y como respuesta de ello a la realidad actual de la necrópolis.

El resultado final fue un crecimiento supremo en poder del Señor de la Necrópolis, cuando las almas de miles de muertos en batalla siendo las del Rey y de Keizok las últimas de todas en ser absorvidas, haciendo que incrementara su poder y completó rituales secretos que hicieron trascender en poder a Kiathnalassar convirtiéndose este en un Demiliche, usando fragmentos de estas energías menores de forma secundaria para premiar a dos de sus lugartenientes los cuales se transformaron en liches sirvientes a él, cierto Arcano Alquimista y cierta Mediana Bendecida Druida. Pero no solo el incremento en poder y trascendencia es lo que obtuvo, sino que además la separación de realidades implicó que la necrópolis fuera trasplantada de un lugar físico para ser tomada y llevada a alguna parte desconocida por parte del ahora Demiliche, sientiéndose por parte de los presentes como que toda esa ciudad entera era su nueva filacteria propia de poder.

Mientras terminaba el instante infinito y la nueva realidad concretada en Augusto se asentaba, desapareciendo todo rastro de lo ocurrido en las últimas décadas, dejando una ciudad vacía de cuerpos o no muerte pero vacía y fantasmal, los Héroes y aventureros no podían dejar de pensar en la ahora necrópolis independiente, movida a alguna parte del mundo, a otro mundo enteramente o a algún lugar de poder entre las realidades con un Demiliche Supremo con su promesa de no interferir en la civilización, que consideraba su propia descendencia, pero libre a la vez de realizar los planes que llevaba siglos para poder hacer en espera a cumplir el juramento ahora completado de criar y forzar la aparición de la civilización actual.

La desaparición del señor Espectral tragado voluntariamente en la paradoja final como sacrificio de daño colateral y las últimas palabras e imágenes de un Demiliche ascendiendo a un poder y estatus similar a la del mismísimo Sin Nombre con advertencias finales pronunciadas por ambos en forma de "Tened cuidado con el verdadero mal que está por llegar..." fueron los últimos pensamientos que los Héroes del Reino y varios aventureros pudieron llegar a alcanzar antes de que se deshiciera el poder del rito y volvieran a la existencia normal a las afueras de la ahora vaciada ciudad junto al resto de las legiones de soldados supervivientes que cantaban vítores de alegría por la "victoria" final.