Post by kindarnakes on May 6, 2020 4:40:39 GMT 1
Aún me dolían los moratones de la mañana cuando me puse a hablar con los campesinos de la caravana a ver quien sabía de animales y pertrechos. Sao era implacable, su método de entrenamiento era brutal, sin duda a cualquiera que empezará lo mataría de un solo golpe. Mi padre me enseño artes mas orientadas al sigilo y los movimientos precisos y sumamente exactos. Sao me enseñaba la brutalidad de unos golpes bien colocados, rápidos, posiblemente mortales. Si, me los enseñaba, golpeándome con ellos “Para aprenderlo debes de sufrirlo, solo así puedes moverte bien y ser resistente como para contraatacar cualquier cosa” y su otra frase favorita era “Levantate”. Cada día era lo mismo, un golpe tras otro, casi sin posibilidad de seguirlos con los ojos. Nadie podía ver venir esos golpes, y mira que he peleado mucho, pero es imposible, rápido, fuerte, brutal, los ojos no pueden seguir el ritmo.
Sao
Mientras hablaba con Mirlo y Claus, aun me estaba frotando las heridas, aunque no me guste decirlo, unos días de descanso de ese entrenamiento me irían bien, así que daremos una vuelta por Bayas-Rathu y las aldeas de alrededor en busca de las cosas que quiere el jefe, animales, aperos, barriles y materiales para el viaje. Creo que aun estaba dislocado mi hombro, la verdad es que ni lo sentía. Este jodido niño tiene pico de oro, convenció rápidamente a Claus para que nos ayudase, aunque aun le queda mucho por entrenar para ser de utilidad con algo más que la lengua.
Quería llevarme a Kishia también, para ver si así se calmaba un poco, no me quería decir que le pasó, pero estaba extraña y no quería enseñarme la cara de nuevo. Me cae bien, pero está muy rara últimamente, cada día entiendo menos, creo que esa adoración por el jefe está haciendole daño, ella verá, con lo fácil que sería intentar seducirlo y que se acabase esa tensión que tiene. Unos días bien ocupada fuera del ambiente del campamento le irían también genial, pero no quiere, paso.
Voy a tener que subir la intensidad del entrenamiento de Mirlo, desde que salimos del campamento Claus no para de lanzarme miradas intencionadas, creo que Mirlo me la ha jugado. Aunque Claus no esta tan mal, es el típico campesino con músculos de tanto trabajar la tierra, aunque es un poco feo, me lo pensaré, estoy aburrida.
Joder, si que esta mal Bayas, la ultima vez era una ciudad con pocos criminales, ahora tienen hasta barrios bajos, me gusta el cambio, pero están muy mal organizados, menos mal que no hay muchos guardias por allí, porque le tuve que romper los dientes a uno que me puso una daga en el culo. No se si estaba vivo cuando nos fuimos.
Claus conocio a un mozo de las caballerizas, y estuvo hablando sobre las granjas que quedaban por los alrededores, por lo visto podíamos probar suerte en alguna aldea, y nos mandó a un curtidor conocido de la ciudad para comprar los aperos de los animales que consiguiésemos.
Al final no estaba tan mal Claus, no, tiene más energía de lo que parece, y se defiende peleando, para algo de vez en cuando hasta puede servir.
Nos acabamos pateando varias aldeas de la zona, hablando con granjeros y criadores de caballos y bueyes, yo no se mucho de negocios, pero el pequeñajo de Mirlo sabe negociar, y Claus entiende de caballos, y yo tengo ojo para ver los engaños, no hacemos mal equipo, supongo.
Pese a todo las aldeas estaban muy mal, tras la guerra parece que la economía por aquí no va muy bien, mucho bandido por la zona, al menos eso es divertido, partir bocas siempre sienta mejor que recibir los golpes de Sao, nunca me habría gustado mas el poder decir “Oye, que soy una señorita”, pero dudo que Sao haga mucho caso a esas palabras tontas, no me voy a librar por ahí.
Me asegure de no matar a nadie, quizá esos tipos tan desesperados a los que machacaba se quisieran unir a nosotros, todo es entrenable. Si son bandidos, bien pueden ser soldados nuestros, aunque no se si el partir bocas y después hacer propaganda servirá de mucho, bueno, yo lo intento.
Las noches al raso fueron las peores, en las aldeas al menos siempre hay un pajar, pero en medio de los caminos es un coñazo tener que dormir, y encima llevamos poca cosa porque solo quería ir a Bayas. Pese a todo el descanso me vino bien, tenía todos los huesos en su sitio y no me dolía nada por primera vez en meses, al final seré yo quien te machaque, ya verás, Sao.
Tras días de pateo, al final Mirlo engatuso a un criador de caballos de una aldeucha a menos de un dia de Bayas, tuvimos suerte, pues el tío iba a llevar sus caballos al mercado de Bayas, así que le hice una oferta por los tres, y ya que nos habíamos enterado de que iba a ser día de mercado, volvimos a Bayas a buscar al menos otros tres más y un par de bueyes fuertes, nos tiramos todo el día dando vueltas por allí hasta que encontramos lo que buscábamos, así que le ofrecí una buena suma de oro y algunas gemas para que el mentecato que quería pujar por los bueyes se pirase, estuve a nada de liarme a hostias, pero mejor no buscar problemas, que no quiero que el jefe se enfade. Esa misma tarde fuimos a la curtiduría que nos dijo el de las caballerizas un par de días antes, para encargar todos los pertrechos para los animales, el jefe quería animales de carga, no carros, así que encargamos arneses para ponerles carga pesada, joder, el tipo nos pidió una pasta, suerte que al final llegamos al acuerdo de volver si necesitábamos más y entre eso y casi una hora de debate, conseguimos un precio razonable.
Creo que de todas formas tendremos que volver el siguiente día de mercado, necesitaremos más animales, pero no se si nos dará tiempo antes de irnos de la península, como sea, se ha hecho lo que se ha podido.
Al final hubo suerte, y no nos salió muy caro todo. No es que fuese demasiado, pero seis caballos decentes más irán bien. Y no veas los bicharracos estos, han costado caros, espero que el jefe los vea tan útiles como los hemos visto nosotros, parecen fuertes, y lo mismo hasta sirven para luchar además de cargar, han costado mucho, pero en fin, hay que apostar a veces.
Y se ha venido un hombre más, dos manos útiles, habrá que entrenarlo un poco, pero bueno. Este esta mejor que Claus, creo que ya tengo donde entretenerme cuando me aburra.
Cuando llegamos fui directa al jefe a contarle lo de los seis caballos y los dos Grurraks y lo que nos gastamos, además de la incorporación de Riko, a este lo voy a entrenar yo, si, si.
Sao
Mientras hablaba con Mirlo y Claus, aun me estaba frotando las heridas, aunque no me guste decirlo, unos días de descanso de ese entrenamiento me irían bien, así que daremos una vuelta por Bayas-Rathu y las aldeas de alrededor en busca de las cosas que quiere el jefe, animales, aperos, barriles y materiales para el viaje. Creo que aun estaba dislocado mi hombro, la verdad es que ni lo sentía. Este jodido niño tiene pico de oro, convenció rápidamente a Claus para que nos ayudase, aunque aun le queda mucho por entrenar para ser de utilidad con algo más que la lengua.
Quería llevarme a Kishia también, para ver si así se calmaba un poco, no me quería decir que le pasó, pero estaba extraña y no quería enseñarme la cara de nuevo. Me cae bien, pero está muy rara últimamente, cada día entiendo menos, creo que esa adoración por el jefe está haciendole daño, ella verá, con lo fácil que sería intentar seducirlo y que se acabase esa tensión que tiene. Unos días bien ocupada fuera del ambiente del campamento le irían también genial, pero no quiere, paso.
Voy a tener que subir la intensidad del entrenamiento de Mirlo, desde que salimos del campamento Claus no para de lanzarme miradas intencionadas, creo que Mirlo me la ha jugado. Aunque Claus no esta tan mal, es el típico campesino con músculos de tanto trabajar la tierra, aunque es un poco feo, me lo pensaré, estoy aburrida.
Joder, si que esta mal Bayas, la ultima vez era una ciudad con pocos criminales, ahora tienen hasta barrios bajos, me gusta el cambio, pero están muy mal organizados, menos mal que no hay muchos guardias por allí, porque le tuve que romper los dientes a uno que me puso una daga en el culo. No se si estaba vivo cuando nos fuimos.
Claus conocio a un mozo de las caballerizas, y estuvo hablando sobre las granjas que quedaban por los alrededores, por lo visto podíamos probar suerte en alguna aldea, y nos mandó a un curtidor conocido de la ciudad para comprar los aperos de los animales que consiguiésemos.
Al final no estaba tan mal Claus, no, tiene más energía de lo que parece, y se defiende peleando, para algo de vez en cuando hasta puede servir.
Nos acabamos pateando varias aldeas de la zona, hablando con granjeros y criadores de caballos y bueyes, yo no se mucho de negocios, pero el pequeñajo de Mirlo sabe negociar, y Claus entiende de caballos, y yo tengo ojo para ver los engaños, no hacemos mal equipo, supongo.
Pese a todo las aldeas estaban muy mal, tras la guerra parece que la economía por aquí no va muy bien, mucho bandido por la zona, al menos eso es divertido, partir bocas siempre sienta mejor que recibir los golpes de Sao, nunca me habría gustado mas el poder decir “Oye, que soy una señorita”, pero dudo que Sao haga mucho caso a esas palabras tontas, no me voy a librar por ahí.
Me asegure de no matar a nadie, quizá esos tipos tan desesperados a los que machacaba se quisieran unir a nosotros, todo es entrenable. Si son bandidos, bien pueden ser soldados nuestros, aunque no se si el partir bocas y después hacer propaganda servirá de mucho, bueno, yo lo intento.
Las noches al raso fueron las peores, en las aldeas al menos siempre hay un pajar, pero en medio de los caminos es un coñazo tener que dormir, y encima llevamos poca cosa porque solo quería ir a Bayas. Pese a todo el descanso me vino bien, tenía todos los huesos en su sitio y no me dolía nada por primera vez en meses, al final seré yo quien te machaque, ya verás, Sao.
Tras días de pateo, al final Mirlo engatuso a un criador de caballos de una aldeucha a menos de un dia de Bayas, tuvimos suerte, pues el tío iba a llevar sus caballos al mercado de Bayas, así que le hice una oferta por los tres, y ya que nos habíamos enterado de que iba a ser día de mercado, volvimos a Bayas a buscar al menos otros tres más y un par de bueyes fuertes, nos tiramos todo el día dando vueltas por allí hasta que encontramos lo que buscábamos, así que le ofrecí una buena suma de oro y algunas gemas para que el mentecato que quería pujar por los bueyes se pirase, estuve a nada de liarme a hostias, pero mejor no buscar problemas, que no quiero que el jefe se enfade. Esa misma tarde fuimos a la curtiduría que nos dijo el de las caballerizas un par de días antes, para encargar todos los pertrechos para los animales, el jefe quería animales de carga, no carros, así que encargamos arneses para ponerles carga pesada, joder, el tipo nos pidió una pasta, suerte que al final llegamos al acuerdo de volver si necesitábamos más y entre eso y casi una hora de debate, conseguimos un precio razonable.
Creo que de todas formas tendremos que volver el siguiente día de mercado, necesitaremos más animales, pero no se si nos dará tiempo antes de irnos de la península, como sea, se ha hecho lo que se ha podido.
Al final hubo suerte, y no nos salió muy caro todo. No es que fuese demasiado, pero seis caballos decentes más irán bien. Y no veas los bicharracos estos, han costado caros, espero que el jefe los vea tan útiles como los hemos visto nosotros, parecen fuertes, y lo mismo hasta sirven para luchar además de cargar, han costado mucho, pero en fin, hay que apostar a veces.
Y se ha venido un hombre más, dos manos útiles, habrá que entrenarlo un poco, pero bueno. Este esta mejor que Claus, creo que ya tengo donde entretenerme cuando me aburra.
Cuando llegamos fui directa al jefe a contarle lo de los seis caballos y los dos Grurraks y lo que nos gastamos, además de la incorporación de Riko, a este lo voy a entrenar yo, si, si.