Post by darkshore on Aug 19, 2021 18:09:17 GMT 1
¿Por donde debería empezar?...
Esa maldita caravana... Tomaba lo que parecía una ruta sencilla: Desde Bayas-Rathu a Rym pasando por el cruce, siguiendo el rio para rodear la montaña.
Pero por el poco tiempo que llevo ayudando a los comerciantes para intentar progresar por mi mismo esto me dice que es una mala idea.
Unos cuantos pasos mal dados y la caravana podría acabar en el agua, un asalto y podría perderse todo en el rio o acabar terriblemente atrapados sin manera de por donde ir.
-"No te fíes Julio... No te fíes..."-
Esas palabras pasaban por mi cabeza constantemente mientras iba cargándose las mercancías y yo subía al carro suspirando.
No se por que no soy un jodido adivino o por que no me enviaron a alguna escuela mágica. Precisamente el camino hasta El Cruce marchaba bien, pero en cuanto tomamos sudeste... Todo se complicó.
Una enorme roca nos bloqueó el camino por detrás como si intentasen que nos cayese encima y rápidamente exigí a la caravana que empezasen a aligerar.
Estaban intentando matarnos, destrozar las caravanas y quedarse con lo poco que pudiese salvarse, seguramente salvajes, bandidos que solo le interesaban materiales u oro y punto.
Pero precisamente el último carruaje fue aplastado junto con aquellos que le acompañaban y era más que nada la pérdida de dinero. Mientras menos gente me acompañase con menos gente tendría que compartir beneficios y menos cosas debía pagar, pero por todos los diablos aquello era una matanza y solo pudimos escapar un solo carruaje el cual se bamboleaba como si estuviese a punto de desmoronarse la madera en el sitio.
-"Diablos..."-
Me agarraba el cuello y lo masajeaba lentamente para toser una vez las montañas se alejaban en la distancia y marchábamos ya dirección sur, directamente hasta Rym...
De todo el dinero que había gastado había perdido más de la mitad de las mercancías... Y no se podría recuperar claramente porque estaban la mayoría destrozadas...
Y al llegar a Rym demasiado que algo se pudo entregar, que se pudo recibir algo de pago y en su mayoría fue dividido entre los que sobrevivimos... Sin embargo había algo más... Una hoja arrancada de algún libro... Tendría que leerla detenidamente e intentar entender que ponía. Y junto a ello un anillo... Llevarlo en la mano me hacía sentirme inquieto, extraño... Incluso sentir frio...
Pero portarlo hacía que brillase ligeramente en mis dedos y lo oculté en mi bolsillo, evitando que pudiese ser visto.
-"Marchémonos... Y esta vez por el camino... Vamos a Klenth y de allí nos iremos... a Bayas... ¡OS DIJE QUE ERA UNA MALA IDEA! ¡PERO NO! ¡SOLO SOY UN NIÑO PIJO! ¡INÚTILES!"-
Gruñí levemente y me aseguré de no dormir donde ellos tuviesen acceso, al día siguiente partí con el alba a Bayas Rathu... Necesitaba un pequeño descanso y recuperar algo más de dinero.
Esa maldita caravana... Tomaba lo que parecía una ruta sencilla: Desde Bayas-Rathu a Rym pasando por el cruce, siguiendo el rio para rodear la montaña.
Pero por el poco tiempo que llevo ayudando a los comerciantes para intentar progresar por mi mismo esto me dice que es una mala idea.
Unos cuantos pasos mal dados y la caravana podría acabar en el agua, un asalto y podría perderse todo en el rio o acabar terriblemente atrapados sin manera de por donde ir.
-"No te fíes Julio... No te fíes..."-
Esas palabras pasaban por mi cabeza constantemente mientras iba cargándose las mercancías y yo subía al carro suspirando.
No se por que no soy un jodido adivino o por que no me enviaron a alguna escuela mágica. Precisamente el camino hasta El Cruce marchaba bien, pero en cuanto tomamos sudeste... Todo se complicó.
Una enorme roca nos bloqueó el camino por detrás como si intentasen que nos cayese encima y rápidamente exigí a la caravana que empezasen a aligerar.
Estaban intentando matarnos, destrozar las caravanas y quedarse con lo poco que pudiese salvarse, seguramente salvajes, bandidos que solo le interesaban materiales u oro y punto.
Pero precisamente el último carruaje fue aplastado junto con aquellos que le acompañaban y era más que nada la pérdida de dinero. Mientras menos gente me acompañase con menos gente tendría que compartir beneficios y menos cosas debía pagar, pero por todos los diablos aquello era una matanza y solo pudimos escapar un solo carruaje el cual se bamboleaba como si estuviese a punto de desmoronarse la madera en el sitio.
-"Diablos..."-
Me agarraba el cuello y lo masajeaba lentamente para toser una vez las montañas se alejaban en la distancia y marchábamos ya dirección sur, directamente hasta Rym...
De todo el dinero que había gastado había perdido más de la mitad de las mercancías... Y no se podría recuperar claramente porque estaban la mayoría destrozadas...
Y al llegar a Rym demasiado que algo se pudo entregar, que se pudo recibir algo de pago y en su mayoría fue dividido entre los que sobrevivimos... Sin embargo había algo más... Una hoja arrancada de algún libro... Tendría que leerla detenidamente e intentar entender que ponía. Y junto a ello un anillo... Llevarlo en la mano me hacía sentirme inquieto, extraño... Incluso sentir frio...
Pero portarlo hacía que brillase ligeramente en mis dedos y lo oculté en mi bolsillo, evitando que pudiese ser visto.
-"Marchémonos... Y esta vez por el camino... Vamos a Klenth y de allí nos iremos... a Bayas... ¡OS DIJE QUE ERA UNA MALA IDEA! ¡PERO NO! ¡SOLO SOY UN NIÑO PIJO! ¡INÚTILES!"-
Gruñí levemente y me aseguré de no dormir donde ellos tuviesen acceso, al día siguiente partí con el alba a Bayas Rathu... Necesitaba un pequeño descanso y recuperar algo más de dinero.