Post by nomphosumus on Sept 1, 2021 11:13:20 GMT 1
//Añadida copia aquí para jugadores que estuvieron presentes en la escena sin acceso al subforo//
La pesada armadura decorada siseaba y distorsionaba el aire a su alrededor debido al calor mientras el clérigo del Dios de os 6 Brazos y las 6 Armas avanzaba hacia las tiendas de los Gentiles tras resolver una serie de juicios rápidos y aplicarse amputaciones menores por robos de comida y algún canibalismo no autorizado de algún miembro de bajo valor. Lo ocurrido con los gentiles parecía tener un tono algo más grave.
Apenas se había dado un día de marcha desde el oasis y en la primera parada ya habían surgido complicaciones, estaba claro que las grandes imperfecciones debido a la falta de más Fe, más disciplina y sobre todo más selección natural eran el producto de a la amalgama inicial de diferentes gentes, diferentes culturas y sobre todo diferentes imperfecciones que los rigores del desierto debían pulir sobre lo que era la semilla del futuro Imperio, el escaso y magro pueblo nómada de los Peregrinos Oscuros.
Tras escuchar lo sucedido y evaluar culpables, las zíngaras por su descuido en revelar públicamente sus posesiones de comida, creando caos y envidias alrededor, fueron dictaminadas a castigos menores de latigazos por perturbación del orden entre los Peregrinos. Sin embargo el otro incidente era de un aspecto más grave, con el asesinato no autorizado de un miembro más valioso entre los Peregrinos, un acto ilegal que podría causar otros similares de no subsanarse a tiempo.
Sabiendo de las capacidades destacables menores del causante del asesinato ilegal, un Gentil joven bárbaro siervo del Dios de las Matanzas Sin Sentido, Asgareth decidió que para evitar más pérdidas de recursos, en la muertes de guardias, además del posible escape del fugitivo que el mismo realizaría la orden de ejecución del culpable. Por ello el Siervo del Tirano contempló al luchador acusado, pese a su juventud se le veía capaz, como las numerosas cicatrices que cubrían su cuerpo atestiguaban. En cierta forma le podría haber recordado al propio clérigo en su juventud mercenaria inicial de no haberse armado con el Gran Plan en el servicio del Dios Supremo.
En todo caso el culpable en su simpleza y falta de disciplina parecía no entender los cargos que se le imputaban, solo entendía de la única ley más simple del Tirano, la fuerza directa. Eso implicaba lo claro que estaba que no entendiera el Hextor Rex, una falta grave propia de algunos subgrupos no purgados completamente, como era el de los Gentiles pese a la utilidad que habían demostrado antes. Más grave aún, el joven bárbaro viendo que se quedaba sin opciones y sin nada que perder cometió la OSADIA de retar a duelo público a un miembro de la JERARQUÏA CENTRAL, no solo eso sino a retar al mismísimo Abad Asgareth, Profeta del Gran Plan.
El ODIO y el DESPRECIO recorrían cada pensamiento del clérigo por tener que recibir, presenciar y verse obligado en la tamaña ofensa de que un mísero SIERVO INFERIOR se creyera con derecho a poder retar directamente al propio Asgareth, saltándose toda la CADENA DE MANDO como si de un patético grupo de bandidos o mercenarios se trataran. Lo peor de todo es que sabiendo de la simpleza de las gentes de la caravana que no entendían apenas aún de leyes o de la estructura de la Jerarquía Superior... a Asgareth no le quedaba más remedio que aceptar el "duelo" para dar un recordatorio a las sencillas gentes sobre el poder de la Jerarquía Central.
Hubo increpaciones del bárbaro a lo que el Sumo Sacerdote respondió que había una diferencia entrre meros luchadores sin nada por lo que pelear y verdaderos guerreros cuando estos defendían a su gente, sus tierras, su cultura. Y los Peregrinos eran las gentes, las familias, los siervos que eran ahora parte de todos ellos que debían ser DEFENDIDOS en el nombre del futuro Imperio.
Lamentando las molestias de que los SIMPLES SIERVOS no entendieran su lugar y no tuvieran la disciplina de autojusticiarse ellos mismos el clérigo del Tirano empuño su arma y escudo mientras aceptaba el duelo y observaba al joven y endurecido bárbaro manejar con gran soltura y eficacia una lanza de evidentes cualidades mágicas. Alrededor se situaba el Iniciado Rugo, algunos de los Gentiles, una enviada del clero de Wee-Jas y a algo más de distancia algunos soldados y civiles empezaban a arremolinarse curiosos.
Hubo un cruce inicial de palabras y provocaciones que estaban hechas más para medirse entre ellos que para otra cosa en realidad. El clérigo sabía que la impetuosidad del joven le haría atacar primero por lo que permitió dejarse "atacar por sorpresa" y dejar que este acortara la distancia entre ambos. Sin embargo Asgareth quedó gratamente sorprendido cuando el ataque del joven implicó un fortísimo golpe con la parte roma del arma que impactó contra su yelmo en un claro intento de usar su armadura pesada en su contra.
Incluso con el poder y los materiales en los que consistían su Consagrado Blindaje, el certero golpe consiguió revirar levemente el Yelmo de Asgareth, distorsionándole en parte su campo de visión nada más empezar el combate, una avezada táctica de combate que implicaba que el joven, pese a su impetuosidad, era un avezado y peligroso luchador. Pese a la admiración por sus cualidades de combate, el clérigo de Hextor solo podía sentir una rabia creciente por el desperdicio de la ejecución al no este seguir las leyes de los Peregrinos y la total falta de comprensión del Hextor Rex.
Sabiendo de que el combate debería ser lo más corto y brutal posible para minimizar riesgos ante un oponente luchador con claros y peligrosos trucos tácticos y aumentar al máximo el factor de temor y reverencia en los espectadores, el Siervo del TodoGlorioso canalizó el odio y la rabia del potencial desaprovechado en un rezo de destrucción. El rezo, pese a un ataque preventivo del bárbaro que inflingió un golpe directo cotnra Asgareth mientras tanto, pudo ser recitado e impactó parcialmente en el joven oponente. Pese a salvarse en el último segundo, el brazo izquierdo del bárbaro quedó consumido y ajado, aún con la sorpresa del calibre de poderes que estaban siendo usados. Fue a partir de este momento cuando a algunos espectadores más precavidos empezaron a retroceder para dar más distancia respecto al espectáculo.
El uso de un arma de largo astado y las estrategias del bárbaro implicaban que un mero combate cuerpo a cuerpo o el uso de rezos de impacto cercano implicarían bastantes riesgos, además el uso de criaturas convocadas, la especialidad del clérigo infernalista de Hextor, en el duelo podrían tomarse como un signo de debilidad de no poder terminar este en persona contra un oponente supuestamente inferior en poder como era alguien no perteneciente a la Jerarquía Central. Por ello la siguiente elección obvia era el uso de poderes destructivos de área, pese al riesgo para los espectadores si estos cometían la necedad de acercarse demasiado, era lamentablemente en todo caso un riesgo necesario a asumir.
Por ello el rezo de barrera de cuchillas rezada como esfera en torno al propio Asgareth fue realizado creando una zona de devastación de varios metros consistente en una enorme masa de afiladas espadas y duras mazas creando una zona de total destrucción alrededor suya. Este campo de destrucción impactó al bárbaro mientras se lanzaba para atrás con el objetivo de sobrevivir, siendo altamente golpeado, cortado y vapuleado en el proceso, quedando el oponente tosiendo sangre y quizás vísceras en un intento por reponerse.
Sintiendo respeto por las cualidades de su oponente y desprecio por el desperdicio de no tener una mente digna de servir a los Peregrinos a partes iguales, Asgareth observó como el jóven sonriente, viéndose ya perdido, hizo un último intento usando su lanza a modo de pértiga y aterrizar junto al clérigo para intentar golpear a éste. El salto no fue lo suficientemente largo y el bárbaro aterrizó cerca del clérigo siendo golpeado por las cuchillas y mazas quedando a merced del Siervo del Tirano.
Asgareth sin pensarlo ni medio segundo lanzó su maza contra el desprotegido cráneo del malherido bárbaro y con un satisfactorio chasquido notó como este se partía bajo el impacto de su Maza Bendecida. De inmediato sin perder el tiempo, justo cuando el cuerpo ya sin vida del oponente caía y rebotaba en el suelo, Asgareth procedió a seguir golpeando con furia metódica la cabeza de aquel que le retó.
"AHORA...
APRENDISTES...
A...
RESPETAR...
LA...
CADENA..
DE..
MANDO"
Eran las palabras que el Siervo del TodoPoderoso pronunciaba al ritmo de sus golpes de maza contra la cabeza, despedazándola y convirtiéndola finalmente en una pulpa machacada sobre la arena, a un tiempo como veía que las runas de protección de este oponente empezaban a apagarse y extinguirse al igual que todo rastro de bendición del Dios Inferior de la Matanza.
Terminado verdaderamente el combate, una última mirada del clérigo sobre el cuerpo ahora sin cabeza del bárbaro le hizo musitar algunas palabras casi para sí mismo. "Quizás se me llene la boca de veteranía pero tu yaces muerto aquí como una vil cucaracha aplastada tras tu patético intento de rebelión."
Una vez expiró la duración de su esfera de cuhillas Asgareth observó a su alrededor, notando con fastidio algunos daños colaterales. El Iniciado Rugo se veía bastante dañado, aunque era difícil de saber si debido al reciente intento de asesinato que tuvo previamente o si se acercó demasiado al combate. Por otro lado el cuerpo de la enviada de Wee-Jaas estaba contusionado y tirado por el suelo a cierta distancia, aunque cuando el clérigo se acerco a esta pudo ver a la figura levantándose por si misma con cierta mirada recriminatoria.. la cual pareció bajar de tono una vez la enviada tomó posesión de la lanza mágica y sin una palabra mediante se la llevó con los suyos.
El mayor daño colateral fue ver el cadaver despedazado de una de las Zíngaras, aunque tras lo que habían hecho no estaban sin falta y sin duda era el designio de Hextor que recibieran tal daño colateral como muestra de enseñanza y respeto hacia la autoridad. En todo caso el despedazamiento no era castigo para la falta menor cometida, juzgando si era mas sencillo eliminar a la hermana de esta para evitar represalias traicioneras o no... en su Infinita Justicia Benevolente Asgareth dictaminó que no sería necesario en este caso. Se realizó un rezo de gran poder que recompuso el cadáver de esta y lo reanimó una vez el alma recién partida aceptó su retorno a través del poder del Todopoderoso.
Aplicada finalmente la justicia, realizadas las correcciones necesarias y dándose el altercado como solucionado Asgareth se ajustó de nuevo su yelmo y haciendo una señal hacia el Iniciado Rugo para que dispusiera del nuevo cadáver especimen ahora sin cabeza como le fuera más propicio. Finalmente asintió levemente a la Adoradora Bertrana mientras esta disolvía el tumulto y devolvía a los Siervos a sus respectivas tareas. Eso sí en el descanso y antes de partir antes del siguiente alba el clérigo realizaría algunos ajustes que se mostraban ahora necesarios.....
La pesada armadura decorada siseaba y distorsionaba el aire a su alrededor debido al calor mientras el clérigo del Dios de os 6 Brazos y las 6 Armas avanzaba hacia las tiendas de los Gentiles tras resolver una serie de juicios rápidos y aplicarse amputaciones menores por robos de comida y algún canibalismo no autorizado de algún miembro de bajo valor. Lo ocurrido con los gentiles parecía tener un tono algo más grave.
Apenas se había dado un día de marcha desde el oasis y en la primera parada ya habían surgido complicaciones, estaba claro que las grandes imperfecciones debido a la falta de más Fe, más disciplina y sobre todo más selección natural eran el producto de a la amalgama inicial de diferentes gentes, diferentes culturas y sobre todo diferentes imperfecciones que los rigores del desierto debían pulir sobre lo que era la semilla del futuro Imperio, el escaso y magro pueblo nómada de los Peregrinos Oscuros.
Tras escuchar lo sucedido y evaluar culpables, las zíngaras por su descuido en revelar públicamente sus posesiones de comida, creando caos y envidias alrededor, fueron dictaminadas a castigos menores de latigazos por perturbación del orden entre los Peregrinos. Sin embargo el otro incidente era de un aspecto más grave, con el asesinato no autorizado de un miembro más valioso entre los Peregrinos, un acto ilegal que podría causar otros similares de no subsanarse a tiempo.
Sabiendo de las capacidades destacables menores del causante del asesinato ilegal, un Gentil joven bárbaro siervo del Dios de las Matanzas Sin Sentido, Asgareth decidió que para evitar más pérdidas de recursos, en la muertes de guardias, además del posible escape del fugitivo que el mismo realizaría la orden de ejecución del culpable. Por ello el Siervo del Tirano contempló al luchador acusado, pese a su juventud se le veía capaz, como las numerosas cicatrices que cubrían su cuerpo atestiguaban. En cierta forma le podría haber recordado al propio clérigo en su juventud mercenaria inicial de no haberse armado con el Gran Plan en el servicio del Dios Supremo.
En todo caso el culpable en su simpleza y falta de disciplina parecía no entender los cargos que se le imputaban, solo entendía de la única ley más simple del Tirano, la fuerza directa. Eso implicaba lo claro que estaba que no entendiera el Hextor Rex, una falta grave propia de algunos subgrupos no purgados completamente, como era el de los Gentiles pese a la utilidad que habían demostrado antes. Más grave aún, el joven bárbaro viendo que se quedaba sin opciones y sin nada que perder cometió la OSADIA de retar a duelo público a un miembro de la JERARQUÏA CENTRAL, no solo eso sino a retar al mismísimo Abad Asgareth, Profeta del Gran Plan.
El ODIO y el DESPRECIO recorrían cada pensamiento del clérigo por tener que recibir, presenciar y verse obligado en la tamaña ofensa de que un mísero SIERVO INFERIOR se creyera con derecho a poder retar directamente al propio Asgareth, saltándose toda la CADENA DE MANDO como si de un patético grupo de bandidos o mercenarios se trataran. Lo peor de todo es que sabiendo de la simpleza de las gentes de la caravana que no entendían apenas aún de leyes o de la estructura de la Jerarquía Superior... a Asgareth no le quedaba más remedio que aceptar el "duelo" para dar un recordatorio a las sencillas gentes sobre el poder de la Jerarquía Central.
Hubo increpaciones del bárbaro a lo que el Sumo Sacerdote respondió que había una diferencia entrre meros luchadores sin nada por lo que pelear y verdaderos guerreros cuando estos defendían a su gente, sus tierras, su cultura. Y los Peregrinos eran las gentes, las familias, los siervos que eran ahora parte de todos ellos que debían ser DEFENDIDOS en el nombre del futuro Imperio.
Lamentando las molestias de que los SIMPLES SIERVOS no entendieran su lugar y no tuvieran la disciplina de autojusticiarse ellos mismos el clérigo del Tirano empuño su arma y escudo mientras aceptaba el duelo y observaba al joven y endurecido bárbaro manejar con gran soltura y eficacia una lanza de evidentes cualidades mágicas. Alrededor se situaba el Iniciado Rugo, algunos de los Gentiles, una enviada del clero de Wee-Jas y a algo más de distancia algunos soldados y civiles empezaban a arremolinarse curiosos.
Hubo un cruce inicial de palabras y provocaciones que estaban hechas más para medirse entre ellos que para otra cosa en realidad. El clérigo sabía que la impetuosidad del joven le haría atacar primero por lo que permitió dejarse "atacar por sorpresa" y dejar que este acortara la distancia entre ambos. Sin embargo Asgareth quedó gratamente sorprendido cuando el ataque del joven implicó un fortísimo golpe con la parte roma del arma que impactó contra su yelmo en un claro intento de usar su armadura pesada en su contra.
Incluso con el poder y los materiales en los que consistían su Consagrado Blindaje, el certero golpe consiguió revirar levemente el Yelmo de Asgareth, distorsionándole en parte su campo de visión nada más empezar el combate, una avezada táctica de combate que implicaba que el joven, pese a su impetuosidad, era un avezado y peligroso luchador. Pese a la admiración por sus cualidades de combate, el clérigo de Hextor solo podía sentir una rabia creciente por el desperdicio de la ejecución al no este seguir las leyes de los Peregrinos y la total falta de comprensión del Hextor Rex.
Sabiendo de que el combate debería ser lo más corto y brutal posible para minimizar riesgos ante un oponente luchador con claros y peligrosos trucos tácticos y aumentar al máximo el factor de temor y reverencia en los espectadores, el Siervo del TodoGlorioso canalizó el odio y la rabia del potencial desaprovechado en un rezo de destrucción. El rezo, pese a un ataque preventivo del bárbaro que inflingió un golpe directo cotnra Asgareth mientras tanto, pudo ser recitado e impactó parcialmente en el joven oponente. Pese a salvarse en el último segundo, el brazo izquierdo del bárbaro quedó consumido y ajado, aún con la sorpresa del calibre de poderes que estaban siendo usados. Fue a partir de este momento cuando a algunos espectadores más precavidos empezaron a retroceder para dar más distancia respecto al espectáculo.
El uso de un arma de largo astado y las estrategias del bárbaro implicaban que un mero combate cuerpo a cuerpo o el uso de rezos de impacto cercano implicarían bastantes riesgos, además el uso de criaturas convocadas, la especialidad del clérigo infernalista de Hextor, en el duelo podrían tomarse como un signo de debilidad de no poder terminar este en persona contra un oponente supuestamente inferior en poder como era alguien no perteneciente a la Jerarquía Central. Por ello la siguiente elección obvia era el uso de poderes destructivos de área, pese al riesgo para los espectadores si estos cometían la necedad de acercarse demasiado, era lamentablemente en todo caso un riesgo necesario a asumir.
Por ello el rezo de barrera de cuchillas rezada como esfera en torno al propio Asgareth fue realizado creando una zona de devastación de varios metros consistente en una enorme masa de afiladas espadas y duras mazas creando una zona de total destrucción alrededor suya. Este campo de destrucción impactó al bárbaro mientras se lanzaba para atrás con el objetivo de sobrevivir, siendo altamente golpeado, cortado y vapuleado en el proceso, quedando el oponente tosiendo sangre y quizás vísceras en un intento por reponerse.
Sintiendo respeto por las cualidades de su oponente y desprecio por el desperdicio de no tener una mente digna de servir a los Peregrinos a partes iguales, Asgareth observó como el jóven sonriente, viéndose ya perdido, hizo un último intento usando su lanza a modo de pértiga y aterrizar junto al clérigo para intentar golpear a éste. El salto no fue lo suficientemente largo y el bárbaro aterrizó cerca del clérigo siendo golpeado por las cuchillas y mazas quedando a merced del Siervo del Tirano.
Asgareth sin pensarlo ni medio segundo lanzó su maza contra el desprotegido cráneo del malherido bárbaro y con un satisfactorio chasquido notó como este se partía bajo el impacto de su Maza Bendecida. De inmediato sin perder el tiempo, justo cuando el cuerpo ya sin vida del oponente caía y rebotaba en el suelo, Asgareth procedió a seguir golpeando con furia metódica la cabeza de aquel que le retó.
"AHORA...
APRENDISTES...
A...
RESPETAR...
LA...
CADENA..
DE..
MANDO"
Eran las palabras que el Siervo del TodoPoderoso pronunciaba al ritmo de sus golpes de maza contra la cabeza, despedazándola y convirtiéndola finalmente en una pulpa machacada sobre la arena, a un tiempo como veía que las runas de protección de este oponente empezaban a apagarse y extinguirse al igual que todo rastro de bendición del Dios Inferior de la Matanza.
Terminado verdaderamente el combate, una última mirada del clérigo sobre el cuerpo ahora sin cabeza del bárbaro le hizo musitar algunas palabras casi para sí mismo. "Quizás se me llene la boca de veteranía pero tu yaces muerto aquí como una vil cucaracha aplastada tras tu patético intento de rebelión."
Una vez expiró la duración de su esfera de cuhillas Asgareth observó a su alrededor, notando con fastidio algunos daños colaterales. El Iniciado Rugo se veía bastante dañado, aunque era difícil de saber si debido al reciente intento de asesinato que tuvo previamente o si se acercó demasiado al combate. Por otro lado el cuerpo de la enviada de Wee-Jaas estaba contusionado y tirado por el suelo a cierta distancia, aunque cuando el clérigo se acerco a esta pudo ver a la figura levantándose por si misma con cierta mirada recriminatoria.. la cual pareció bajar de tono una vez la enviada tomó posesión de la lanza mágica y sin una palabra mediante se la llevó con los suyos.
El mayor daño colateral fue ver el cadaver despedazado de una de las Zíngaras, aunque tras lo que habían hecho no estaban sin falta y sin duda era el designio de Hextor que recibieran tal daño colateral como muestra de enseñanza y respeto hacia la autoridad. En todo caso el despedazamiento no era castigo para la falta menor cometida, juzgando si era mas sencillo eliminar a la hermana de esta para evitar represalias traicioneras o no... en su Infinita Justicia Benevolente Asgareth dictaminó que no sería necesario en este caso. Se realizó un rezo de gran poder que recompuso el cadáver de esta y lo reanimó una vez el alma recién partida aceptó su retorno a través del poder del Todopoderoso.
Aplicada finalmente la justicia, realizadas las correcciones necesarias y dándose el altercado como solucionado Asgareth se ajustó de nuevo su yelmo y haciendo una señal hacia el Iniciado Rugo para que dispusiera del nuevo cadáver especimen ahora sin cabeza como le fuera más propicio. Finalmente asintió levemente a la Adoradora Bertrana mientras esta disolvía el tumulto y devolvía a los Siervos a sus respectivas tareas. Eso sí en el descanso y antes de partir antes del siguiente alba el clérigo realizaría algunos ajustes que se mostraban ahora necesarios.....