Post by carpediem on Dec 18, 2018 19:18:33 GMT 1
Nombre del PJ: Alshajir
Nombre conocido: Alshajir / Mestizo
Nombre en clave: Ost (serpiente)
Raza: Humano
Lugar de Procedencia: Desconocido
Alineamiento: Neutral Auténtico (Alshajir) Neutral maligno (Ost)
Deidad: Desconocido
Oficio: Mercenario (Alshajir) Asesino (Ost)
Alshajir / Mestizo: Es un hombre que se rige por sus principios, por lo que le indica su corazón. No tiende a enfocarse hacía el bien o hacía el mal. Simplemente hace lo que mejor crea en cada momento, pero siempre conforme a unas normas básicas en las que como hombre de armas cree.
Es un hombre que está acostumbrado a la guerra, a los saqueos y al despojo de la victoria. Es rudo y violento cuando ha de serlo. Es temperamental y muy voluble.
Ost: Frío, calculador, cruel y despiadado. No tiene sentimientos por nadie. Bajo esta "máscara" él puede comportarse como lo que verdaderamente es. No le importará llevarse por delante a quien sea con tal de ganar prestigio, poder, o simplemente monedas. Es la personalidad oculta, la cual solo muestra cuando es totalmente irreconocible por otro tipo de ropajes oscuros y que no muestran ni un ápice de su piel.
Estoy hasta los cojones de que la gente me pregunte de dónde vengo. ¿Qué coño les importará? Si total, luego me van a discriminar igual por ser mestizo. Todo el puto día igual. No me extraña que tenga que partir tantas bocas desde que llegué.
Pero bueno, hoy me siento generoso. Me apetece contar algo de mí mismo mientras me dure la cerveza y pueda seguir viendo culos yendo de un lado a otro. Nací hace dieciocho inviernos a tomar por culo de aquí. Sí, ya sé que no soy el primer guaperas que viene a Lual Thyr... ¡Pero soy el que tiene la polla más grande! ¡JAJAJAjajajaJAJAJAJajajajajaJAJAJA!
Ehem, ehem... Sí, sí, ya me centro. La cuestión es que nunca he tenido una mierda, ¿sabes? Todo lo que he gozado lo he ganado yo mismo con el sudor de mi frente, la sangre de mis venas y la lefa de mis huevos... No literalmente, o bueno, a veces sí. Soy el mediano de cinco hermanos. Todos igual de brutos que yo, pero ninguno está tan bueno, así que no te hagas ilusiones, preciosa. Éramos campesinos y vivíamos en una barriada que era una puta basura comparada con esta ciudad. Una cabaña que apenas se tenía en pie era lo que nos daba cobijo, y aunque apenas teníamos qué comer, ofrecíamos el pan a nuestros invitados como buenos hombres. No recuerdo a qué edad empecé a buscar trabajo, pero era un puto enano. Mi padre se pasada todo el día durmiendo y la noche borracho. De vez en cuando follaba putas. Otras veces violaba a mi madre sin ningún tipo de cuidado y la volvía a dejar preñada. Estaba claro que las consecuencias le sudaban la polla. Por desgracia la gente suele tener los jodidos prejuicios por delante de cualquier compasión y no querían darnos trabajo por creer que seríamos igual de problemáticos que nuestro padre. En parte tenían razón. Cuando el único ejemplo masculino en tu vida es un borracho que no sabe ni dónde apuntar para mear, acabas pareciéndote a él. Mis hermanos y yo nos volvimos brutos, violentos y cabezotas. Empezamos a arreglar las cosas a golpes, por la fuerza, hasta que una de tantas hermandades de niños se fijaron en nosotros y formamos parte de su banda de matones: los Hoja Negra.
Hoja Negra era una hermandad menor, pero aun así se disputaba territorios con las demás. Sus miembros no tenían otra opción. Si se rajaban y echaban atrás, los acusarían de cobardes y se les echarían encima otras hermandades. Perderían respeto, poder y territorio. Así que realmente perder o ganar daba igual, importaba más mantener la jodida reputación. Así me hice la mayor parte de las cicatrices que tengo hoy. A golpes, navajazos, cuchilladas y ataques traicioneros. Así crecimos mis hermanos y yo, y así llevamos la comida y el dinero que podíamos a nuestra casa para que nuestro padre se lo fundiese en putas y cerveza. Así una y otra y otra vez.
Pero entonces la cosa se torció. Una pelea que salió mal y una provocación fuera de lugar consiguieron que me cargase al miembro de una hermandad aliada sin yo saber que lo era. Y además un miembro importante, así que técnicamente estaba jodidísimo. Hablé con mis hermanos y llegamos a la conclusión de que lo más prudente era que me marchase una temporada de la ciudad y me fuese lo más lejos que pudiera. No tenía elección, así que lo hice. Me largué de la ciudad, la dejé bien atrás y empecé a recorrer las tierras colindantes con una espada, un cuchillo de caza y los conocimientos que adquirí mientras pertenecí a Hoja Negra. Sabía cazar, sabía vivir en el exterior y entendía más o menos cómo conseguir la comida. Lo que sabía "más o menos", con sus comillas, lo maduré durante mi viaje. Desarrollé aun más mis habilidades, me seguí partiendo la boca en cada ciudad que pisaba y conseguí incluso olvidarme de los cabrones que seguramente me estarían buscando...
Meses después encontré una caravana que se dirigía hasta Lual Thyr. ¡Y aquí estoy! Ganándome la vida como guardaespaldas mientras me gasto la paga en cerveza.
Aunque tú y yo sabemos que no es así, ¿verdad? No tenemos lazos de sangre que nos unan una mierda, pero sí estamos atados a la misma puta soga. Una soga de sombras y máscaras en la noche. De momento sólo somos los aprendices de una sombra. Pero algún día, no sé tú, pero yo pienso llegar a algo más. Y estoy dispuesto a hacer lo que sea para conseguirlo.
Como Alshajir o como Ost... ¿Serás capaz de seguirme el ritmo, preciosa?
Nombre conocido: Alshajir / Mestizo
Nombre en clave: Ost (serpiente)
Raza: Humano
Lugar de Procedencia: Desconocido
Alineamiento: Neutral Auténtico (Alshajir) Neutral maligno (Ost)
Deidad: Desconocido
Oficio: Mercenario (Alshajir) Asesino (Ost)
Personalidad
Alshajir / Mestizo: Es un hombre que se rige por sus principios, por lo que le indica su corazón. No tiende a enfocarse hacía el bien o hacía el mal. Simplemente hace lo que mejor crea en cada momento, pero siempre conforme a unas normas básicas en las que como hombre de armas cree.
Es un hombre que está acostumbrado a la guerra, a los saqueos y al despojo de la victoria. Es rudo y violento cuando ha de serlo. Es temperamental y muy voluble.
Ost: Frío, calculador, cruel y despiadado. No tiene sentimientos por nadie. Bajo esta "máscara" él puede comportarse como lo que verdaderamente es. No le importará llevarse por delante a quien sea con tal de ganar prestigio, poder, o simplemente monedas. Es la personalidad oculta, la cual solo muestra cuando es totalmente irreconocible por otro tipo de ropajes oscuros y que no muestran ni un ápice de su piel.
Historia
Estoy hasta los cojones de que la gente me pregunte de dónde vengo. ¿Qué coño les importará? Si total, luego me van a discriminar igual por ser mestizo. Todo el puto día igual. No me extraña que tenga que partir tantas bocas desde que llegué.
Pero bueno, hoy me siento generoso. Me apetece contar algo de mí mismo mientras me dure la cerveza y pueda seguir viendo culos yendo de un lado a otro. Nací hace dieciocho inviernos a tomar por culo de aquí. Sí, ya sé que no soy el primer guaperas que viene a Lual Thyr... ¡Pero soy el que tiene la polla más grande! ¡JAJAJAjajajaJAJAJAJajajajajaJAJAJA!
Ehem, ehem... Sí, sí, ya me centro. La cuestión es que nunca he tenido una mierda, ¿sabes? Todo lo que he gozado lo he ganado yo mismo con el sudor de mi frente, la sangre de mis venas y la lefa de mis huevos... No literalmente, o bueno, a veces sí. Soy el mediano de cinco hermanos. Todos igual de brutos que yo, pero ninguno está tan bueno, así que no te hagas ilusiones, preciosa. Éramos campesinos y vivíamos en una barriada que era una puta basura comparada con esta ciudad. Una cabaña que apenas se tenía en pie era lo que nos daba cobijo, y aunque apenas teníamos qué comer, ofrecíamos el pan a nuestros invitados como buenos hombres. No recuerdo a qué edad empecé a buscar trabajo, pero era un puto enano. Mi padre se pasada todo el día durmiendo y la noche borracho. De vez en cuando follaba putas. Otras veces violaba a mi madre sin ningún tipo de cuidado y la volvía a dejar preñada. Estaba claro que las consecuencias le sudaban la polla. Por desgracia la gente suele tener los jodidos prejuicios por delante de cualquier compasión y no querían darnos trabajo por creer que seríamos igual de problemáticos que nuestro padre. En parte tenían razón. Cuando el único ejemplo masculino en tu vida es un borracho que no sabe ni dónde apuntar para mear, acabas pareciéndote a él. Mis hermanos y yo nos volvimos brutos, violentos y cabezotas. Empezamos a arreglar las cosas a golpes, por la fuerza, hasta que una de tantas hermandades de niños se fijaron en nosotros y formamos parte de su banda de matones: los Hoja Negra.
Hoja Negra era una hermandad menor, pero aun así se disputaba territorios con las demás. Sus miembros no tenían otra opción. Si se rajaban y echaban atrás, los acusarían de cobardes y se les echarían encima otras hermandades. Perderían respeto, poder y territorio. Así que realmente perder o ganar daba igual, importaba más mantener la jodida reputación. Así me hice la mayor parte de las cicatrices que tengo hoy. A golpes, navajazos, cuchilladas y ataques traicioneros. Así crecimos mis hermanos y yo, y así llevamos la comida y el dinero que podíamos a nuestra casa para que nuestro padre se lo fundiese en putas y cerveza. Así una y otra y otra vez.
Pero entonces la cosa se torció. Una pelea que salió mal y una provocación fuera de lugar consiguieron que me cargase al miembro de una hermandad aliada sin yo saber que lo era. Y además un miembro importante, así que técnicamente estaba jodidísimo. Hablé con mis hermanos y llegamos a la conclusión de que lo más prudente era que me marchase una temporada de la ciudad y me fuese lo más lejos que pudiera. No tenía elección, así que lo hice. Me largué de la ciudad, la dejé bien atrás y empecé a recorrer las tierras colindantes con una espada, un cuchillo de caza y los conocimientos que adquirí mientras pertenecí a Hoja Negra. Sabía cazar, sabía vivir en el exterior y entendía más o menos cómo conseguir la comida. Lo que sabía "más o menos", con sus comillas, lo maduré durante mi viaje. Desarrollé aun más mis habilidades, me seguí partiendo la boca en cada ciudad que pisaba y conseguí incluso olvidarme de los cabrones que seguramente me estarían buscando...
Meses después encontré una caravana que se dirigía hasta Lual Thyr. ¡Y aquí estoy! Ganándome la vida como guardaespaldas mientras me gasto la paga en cerveza.
Aunque tú y yo sabemos que no es así, ¿verdad? No tenemos lazos de sangre que nos unan una mierda, pero sí estamos atados a la misma puta soga. Una soga de sombras y máscaras en la noche. De momento sólo somos los aprendices de una sombra. Pero algún día, no sé tú, pero yo pienso llegar a algo más. Y estoy dispuesto a hacer lo que sea para conseguirlo.
Como Alshajir o como Ost... ¿Serás capaz de seguirme el ritmo, preciosa?