Post by kindarnakes on May 1, 2019 0:02:20 GMT 1
Nombre: Acut, actualmente Aoi.
Raza: Humana
Deidad: Acut no parece saber mucho de deidades, ella simplemente tiene claras sus ideas, sigue al mejor líder, no te quedes sola, pelea y pelea para hacerte más fuerte. La gloria y el poder solo se consiguen con el mejor combate. A mas luches, más miedo te tendrán.
Lugar de procedencia: Acut se ha criado en las calles de Lual-Thyr
Descripción física: Es una muchacha joven, muy joven, apenas pasa los tres lustros de edad. De pelo curiosamente blanco, figura delgada, sin curvas, podría pasar por un chico, a pesar de ser mujer. Ojos azules muy característicos. Fibrada, pero no musculada, de movimientos rápidos y nada inútiles. Alta para su edad, de manos algo mas grandes de la media, pero muy hábiles. Sus pasos son silenciosos.
Descripción psicológica: Es una chica criada entre bandas, ladrones, criminales de poca monta, acostumbrada a que cualquier noche la gente muera, o desaparezca sin más, no le coge mucho aprecio a nadie aparte de a si misma. Algo bruta, infantil a veces, muy dada a pelear, aunque suele tener iniciativa, y la curiosidad que caracteriza a los niños no parece haberla perdido. No le gusta incumplir un trato, y tampoco los malos lideres.
Origen:
La mujer rubia yacía muerta en un charco de sangre, la niña lloraba en brazos de un hombre que aún no sabía que hacer con ella. Esa fue la noche que Acut respiro por primera vez, su madre, en un parto prematuro, no tuvo tiempo de avisar a nadie, cuando su padre llego, estaba muerta, solo quedaba la niña. Una niña, el quería un varón, las niñas no son buenas en las artes físicas, no, pero tendría que contentarse con lo que llego.
Entrenada por un hombre que no le mostró cariño alguno, la niña aprendió las artes del sigilo y el combate, las capacidades para derrotar a un oponente sin necesidad de usar armas, y de dejarlo inconsciente antes siquiera de que el combate hubiese empezado. Nunca recibió atenciones, nunca consiguió un descanso o unas buenas palabras, aquel hombre era frío como el mas profundo de los océanos.
Sin embargo, todo cambiaría una noche, esa noche, su padre nunca regresó. Acut estaba sola. Sola en un mundo brutal, en el ambiente más hostil para una niña que apenas era consciente de lo que la rodeaba. La banda de su padre la acogió unos meses, pero su líder, un hombre avaricioso y que ejercía el control de los demás por el miedo, acabó sucumbiendo a la locura, la locura por el oro, la guardia acabó con él, nadie se quedó a salvarle. Acut estaba de nuevo sola, sola en unas calles complicadas. Solo se le ocurrió una cosa, las enseñanzas de su padre. Oculta en las sombras, se granjeo la fama entre los rateros de poca monta, la llamaban "Silencio", ella no utilizaba el arte del robo, del engaño o del las manos hábiles, ella simplemente dejaba inconsciente a su victima, usando unas artes que prácticamente nadie conocía, pero que muchos asociaban a un hombre que se dio por muerto. Sus victimas eran encontradas con algún golpe muy localizado, o sin golpe alguno, pero inconscientes, y sin ninguna de sus pertenencias. Muchas bandas han contado con esa chiquilla, pero nunca ha enseñado a nadie lo que aprendió de su padre.