Por último, antes de que la guerra estalle, Hécate se hace con una piedra de carbón vegetal y con algo de umber, o "terra d'ombra". Ambos contienen pigmentos naturales de los colores que precisa. El carbón vegetal del negro y el umber del marrón. Usará el umber crudo, ya que calcinado sería casi tan oscuro como el negro y, aunque esto podría ayudarla para según qué cosas, en el caso que la ocupa, precisa que haya algo de contraste para romper sus rasgos faciales y quedar enmascarada cuando vaya por los tejados, de manera que su presencia pase tan desapercibida como le sea posible.

Tratará no sólo de mimetizarse con el medio por el cual se va a estar moviendo, si no que también, procurará camuflar su olor, para lo que está usando el traje que ha enviado hacer para la caza de su comida cuando llegó a este mundo. Es un traje que suele dejar envuelto con hojas y ramas del bosque, así como también algo de tierra de la región. Lo cual emboza su olor y, dado que el enemigo tiene... en cierto modo un instinto animal, mejor tomar precauciones, no sea que, tras todo el trabajo que ha hecho para pasar desapercibida, un simple cambio en el viento la delate por su aroma.

Aparte de eso repasa todos los preparativos, una y otra vez por si hay algo que se le olvida, o si, algo de lo ya pensado, pudiera encontrar un modo de hacerlo mejor. También repite de manera metódica el trayecto que tiene pensado realizar.

El día que los ataques dan comienzo, Hécate hace un par de horas que se dedica a perfeccionar su mimetización con el medio, buscando la mejor conjunción de líneas que la hagan pasar de perceptible a imperceptible, de volverla irreconocible también como silueta humana. Por lo que su vestimenta de caza es tan sencilla y simple como efectiva, un simple mono sin forma cuyo tiro es más bajo y la sisa más ancha de manera que, a simple vista toda su figura queda rota, sin parecer en absoluto la silueta de una persona. Es una ropa cómoda que permite llevar abrigo bajo ella y protección. No contiene brillos y es silenciosa.

El equipo será el mínimo indispensable y lo llevará de manera ordenada según crea que puede ser su orden de utilización. Irá bien sujeto al cuerpo y estará bien adaptado al mismo. Procurará que nada de éste sobresalga y pueda ser causa de enganches o incomodidad. Dentro de la mochila no colocará, bajo ningún concepto, dos objetos metálicos juntos, ya que podrían generar ruido si chocasen. La cantimplora, aunque ha dejado otras llenas por los posibles lugares que va a visitar, la lleva llena, rellenándola siempre que le sea posible.Lógicamente, si por cualquier motivo la batalla continuase al oscuro abrigo de la noche, aún estando dentro de una casa a cubierto y con contraventanas cerradas, evitará en la medida de lo posible encender ninguna vela.

Para todo ello cabe destacar que los guantes son de color oscuro para que sus manos no sean las que la delaten por su color de piel clara en un tejado de colores marrón oscuro y negro. Cuida muy mucho no llevar nada de metal que no esté cubierto de un trozo informe de tela. La técnica, de todas las que ha probado, que finalmente le parece más efectiva es la que crea , en su cara , la ilusión óptica de que el observador lo que ve son las tejas de la que se conformas los tejados por los que Hécate se desliza.

Técnica Enmascaramiento Facial:

.- Lo primero de todo es darse una base que oscurezca el rostro hasta eliminar todo brillo, sin olvidarse del cuello la nuca y las orejas, para para lo cual usa el umber ligeramente húmedo con una mezcla de un tercio de savia de cedro y dos tercios de agua, de manera que al aplicarlo en la cara éste se mantendrá durante más tiempo. Aún así lleva consigo un frasco de poción vacío con esta mezcla, junto al carbón vegetal y el umber. Ha conseguido un pequeño espejo que porta en el interior de su mochila, por lo que ningún reflejo será visible. A la hora de usarlo, si tuviera tiempo de retocarse a lo largo del asedio, lo haría desde el interior de una casa, con las ventanas y contraventanas cerradas, para que nada la delate.

.- A continuación rompe las formas y rasgos faciales mediante trazos o manchas oblicuas a los mismos. Para ello emplea, lo más conveniente, grandes manchas o  líneas irregulares . Los colores mas oscuros se alternan con los mas claros, aplicando los primeros especialmente sobre las partes prominentes de la cara (nariz, pómulos,) contrastando con los más oscuros, en este caso simulando un pedazo de tejado con sus tejas. Enmascarará también las manos dado que, aunque lleva guantes, nunca se sabe si por cualquier motivo tendrá que retirárselos, lo que la dejaría vendida de no llevarlas ìntadas. Ha tenido la precaución de envolver los dos anillos que lleva con unas vendas y, a su vez, colorearlas del mismo modo que ha enmascarado sus manos y su tez.  Hécate ha escogido hacerse dos líneas oblícuas de ascendiente izquierda a descendiente derecha y una tercera diagonal a ambas de semi ascendente diestra a descendiente siniestra.

A la hora de moverse de manera sigilosa, lo hará sin correr, pero tampoco caminará muy despacio, lo que si hará será evitar pasar por zonas iluminadas. Utilizará siempre zonas sombrías o aquellas que contengan un fondo claro, ya que quedaría en evidencia dado que su mimetización se basa en la zona oscura de los tejados. Da gracias a esos dioses en los cuales no cree porque las casas en Bayas, casi todas, son de paredes oscuras, lo que le ahorran mucho trabajo, pero sobre todo, un montón de disgustos y golpes. Procurará en todo momento huir de las crestas quedando en la línea del horizonte, para lo cual, estará siempre agachada y casi plana al tejado, cosa que será diferente a ras del suelo, donde podrá ir erguida. Aprovechará el ruido de la batalla para cambiar de posición, de manera que, el propio sonido de ésta, enmascare cualquier cambio que ella tenga que realizar..

Evitará toser, carraspear, y estornudar, cosas que suelen ser habituales en su vida diaria y que, por la fuerza de la costumbre pueden llevar al traste las muchas horas de trabajo y esfuerzo que ha hecho. Del mismo modo que se morderá la lengua y no chillará si se diera un golpe o se tropezara con algo. Los estornudos son fáciles de evitar, simplemente basta colocar el dedo índice , extendido horizontalmente, sobre el labio superior. También le suele dar resultado morderse el labio inferior, lo que simplemente la lleva a realizar ambas cosas combinadas para asegurar el tanto.. Cuando aparece el picor nasal que anuncia el estornudo, lo que hace es pasar la lengua por el cielo del paladar, esto evita que vaya a más y , finalmente, termine por convertirse en un estornudo. Si, por cualquier motivo generase un ruido, se detendrá y esperará un momento para ver si hay reacción enemiga.

Antes de echar a andar, debe saber a dónde se dirije y, por ende, la trayectoria que seguirá.. Desde la altura en la que se encuentra, le resultará relativamente fácil tener referencias para alcanzar la siguiente zona segura a la que quiere llegar. Tiene muy en cuenta que sus movimientos insintivamente serán en marcha descendente, lo cual la obliga a poner especial cuidado en todo lo que hace. En el caso de una situación extrema, como por ejemplo verse rodeada de enemigos, se mantendrá al abrigo(***) y esperará que la situación cambie. Sobre todo y muy importante para ella es que NO DEBE PERDER ABSOLUTAMENTE LA CALMA, para lo cual se repite constantemente su mantra: Todo irá bien, tranquila, todo está bien. Y lee en repetidas ocasiones la frase gravada en su arco; "Aequam memento rebus in arduis servare mentem” ( “Acuérdate de conservar la mente serena en los momentos difíciles“ ) Frase que le dice muy amenudo Martell.

Usará el siguiente principio básico una vez que esté en tierra, también lo hará desde los tejados sólo que en el tejado su movimiento se hará de forma distinta, ya que será reptando a ras de suelo.

- Avanzar - Detenerse - Escuchar -

El peso del cuerpo lo dejará sobre el pié de atrás hasta que encuentre un punto de apoyo seguro para el siguiente pie. El pie adelantado debe levantarse bastante con el fin de evitar el posible roce de las hierbas o tropezar con trampas. Lo hará levantando la punta del pie, más elevada que el resto. Tanteará con ésta para hallar un sitio libre de piedras o ramas que pueda producir ruido. Asentará después suavemente el pie, apoyando progresivamente sobre él el peso del cuerpo, y continuando la misma serie de movimiento para el siguiente. ( Todo esto si es una zona con peligro de que el ruido pueda delatarla ) Aunque no sea parecido, caminará levantando bien los pies para evitar tropiezos u obstáculos. Al detenerse siempre y sin excepción, reducirá lo más posible su silueta.

El movimiento de a gatas lo hará de la siguiente manera:

El peso del cuerpo descansa sobre las manos, antebrazos o codos y las rodillas. O sólo sobre las manos y rodillas. El arco irá en la mano, colgada del cuello, entre los brazos o, a una mano al lado nuestro. Tanteará con las manos el terreno, por si hubiera una teja suelta o algo que pudiera producir algún tipo de sonido delator. Así avanzará más rápido que si fuera reptando.

El movimiento reptando lo hará de la siguiente manera:

Puede empezar el movimiento, a cubierta (***) desde tendido boca arriba o tendido normal. Se ayudará de las manos y la punta de los pies para avanzar levantando el cuerpo sin arrastrarlo. Si , por medida extrema está boca arriba, vigilará el cielo por si algún enemigo que esté en el aire pudiera verla, tanteará el terreno de sus laterales por si hubiera algo que generase ruido o la deletase, cuando se ha asegurado de estar a salvo de ambos, enemigos y tropiezos, rodará hasta quedar en posición de tendido normal.

Por último, pero no por ello menos importante, aunque no lo parece Hécate, cuando está centrada ( cosa extraña, si, pero cuando quiere es capaz de conseguirlo, no sin esfuerzo claro ) es una persona observadora que utilizará todo lo que tenga a mano para conseguir aquello que se propone. En toda batalla entran en juego los Hombres, en sentido genérico ( enemigos de toda raza clase y condición) o también mujeres. Armamento ( arcos, ballestas, catapultas, balistas, trampas etc), terreno ( Es el escenario donde tiene lugar el combate). Por lo que Hécate lleva estos dos días repitiendo incesantemente el recorrido que ha planeado en su cabeza para convertir al terreno en un aliado suyo y no en algo que pueda delatarla al enemigo. Y el ambiente.

El terreno lo podrá usar para ocultarse de las vistas del oponente ( Por lo cual está enmascarada tanto física como oloríficamente ) También la protegerá de los ataques enemigos, por lo que ha escogido aquellas casas de amplios ventanales con acceso fácil al tejado, para que el propio tejado la cubra del adversario. El terreno también le permite disparar al enemigo. Puede, si lo conoce y lo tiene como aliado, marchar hacia el enemigo o contra el enemigo, alejándose de éste. Y lo más importante.. aunque no lo parezca, le permite observar al enemigo sin que ellos puedan observarla a ella, lo que le permitirá conocer la estrategia de movimiento de éste y, a su vez, escuchar algo que le pueda dar claves a seguir. El terreno bien aprovechado se convertirá en su mejor aliado, mal aprovechado la delataría.

Si el terreno cubre sólamente las vistas Hécae se hallará en una cubierta, en este caso el tejado podría considerarse tal gracias al enmascaramiento. Si el terreno la cubre de vistas y de ataques enemigos será un abrigo (***). Dentro de las casas escogidas estará al abrigo.


// No meto mucha más mierda militar porque me vas a mandar al carajo, pero es deformación profesional que... mira tú por dónde... en cierto modo, me ha venido bien xDD

   Me despierto, apenas soy capaz de excarcelar mis ojos, mis párpados se niegan. Ese rayo de sol que se me incrusta en la sesera me está provocando un terrible dolor de cabeza. La resaca me envuelve y acuna pero está desecándose, marchitándose... necesito beber algo.. fumar algo... no sé, no pienso con claridad... Todo se ha vuelto demasiado complicado, la niebla me rodea, es densa y me pide un cambio.. Golpeo mi cabeza contra la almohada, no quiero pensar más estoy harta de pensar... la sola idea de tener que organizarme y controlarme me supera. Quiero cambiar, tengo que cambiar, lo ocurrido me pide un cambio... no creo que pueda hacerlo, voy a intentarlo. Otra vez no maldita sea! Basta! basta! déjame tranquila! .... Boca abajo, con la cara enterrada en la sábana alargo la mano hacia el suelo en busca de la botella, la encuentro y me giro para dar un sorbo... Oh no demonios! Vacía! Cuándo diablos la termine?

Ruedo hacia la derecha hasta caer en el suelo, es la única manera que encuentro de levantarme... mejor dicho... obligarme a ello. Bueno... está bien, busquemos donde robar un poco de ron... quizá lo más fácil sea en la posada... si es que aún queda algo en pie de ella.... Me pongo lo primero que encuentro, hacía mil años que no usaba esta ropa, no importa, necesito algo ya o me va a estallar la cabeza. Bajar las escaleras se ha vuelto una misión imposible, dos para delante, una para atrás, me siento y me agarro... el suelo parece moverse a mi paso. Cuando finalmente lo consigo y salgo al aire libre un puñetazo en forma de olor a sangre, muerte y destrucción me ataca la boca del estómago y esto me provoca una arcada. Tomo mi arco en la mano... quién sabe si queda algún infiltrado por esta especie de pesadilla hecha ciudad... o es al revés?. Un instante más tarde me detengo y observo la desvastada ciudad, lo que me provoca un arduo y sólido sentimiento de desolación... cuanto antes llegue a la posada, antes podré sumergirme en el ron...

Veo a lo lejos el estado en el que se encuentra la posada. La mitad delantera está arruinada, hay cascotes por todas partes, parece ser que una de las piedras de los gigantes le dio de lleno, pero la parte trasera, aquella donde está el mostrador, creo que no está dañada. Sonrío, no sé ... no quiero que nadie me vea, no quiero que ellos me vean en este estado, he estado encerrada todos estos días sin salir por este único motivo así que, en un esfuerzo supremo por dejar mi mundo caótico y centrarme un poco, me apresuro a por mi botín para confinarme luego en mi nido de culpa y depresión. En ese pozo oscuro, ese hoyo que no hace más que ir más y más a fondo.

Para mi sorpresa, nada más entrar haciendo eses porque mis piernas no quieren caminar recto, veo que la posada está muy concurrida... trato de pasar desapercibida, cosa imposible pues voy tropezando con todo lo que hallo a mi paso. Justo cuando estoy rodando por encima del mostrador para tomar una botella escucho que me llaman. Me giro velozmente, con tan mala suerte que resbalo y caigo de culo al otro lado de la barra. Qué culazo por todos los dioses! Oh eureka! Una botella entera. Y otra.... y otra también. Guardo con suma rapidez dos de ellas en mi mochila y alzo la cabeza desde el suelo para mirar luego al Caballero Axel. Ey qué pasa? Trato de actuar tan normal, como si nada hubiera ocurrido.

Intercambiamos unas chanzas y parece que el que más y el que menos camina al borde de la navaja. No soy yo sola la que necesita un aliciente para seguir donde debe y no entregarse en los brazos del miedo y la desesperación. Me hacen saber que Lord Jamaal está ofreciendo una jugosa recompensa por acudir al "otro lado" ( de las líneas enemigas ) .... al lugar donde el gran oponente se halla y decapitarlo para que ese golpe mortal evite que siga su conquista. Coño!... maldigo para mi misma, qué tal si nos pide un suicidio colectivo? creo que eso sería más fácil. Apenas conseguimos salir vivos dentro de la ciudad, con unas murallas enormes protegiéndonos, con un ejército ayudando, con la suerte de tener lugares a distancia desde las alturas que me permitieron apoyar en forma de cobertura a mis compañeros. Atacar un bastión, el corazón del enemigo es no tener espacio, no hay plan, es sólo ir hacia delante y sé que ... no tengo la formación de mis compañeros para defenderme así, no puedo hacer nada en su favor más que bulto y esperar a que me maten a al primera de cambio... Mientras cavilaba en estas y otras cuestiones del estilo, el Caballero del Frio... mejor dicho El Caballero de la Muerte pues su frialdad me recuerda a la sensación que hace unos días tuvo en mi cuerpo... esa gélida mano que se aposenta sobre ti estrangulándote, arrebatándote todo hálito de vida ... así voy a llamarlo porque siempre que se acerca me provoca escalofríos, es como si desprendiera un aura de muerte... o.. al menos... esa misma sensación se repite cada vez que le veo. Es un tipo extraño pero dice cosas que ... me hacen pensar.. Cosas como que ha bailado muchas veces con la muerte y que ésta es como su amante.... Uhm.... se acerca a nuestra mesa y me dice... Tu....Yo me miro pensando que he hecho algo malo y que ya no hay oportunidad de ir a por el enemigo, este hombre me va a matar aquí mismo... si, lo reconozco, estoy asustada. De pronto me entrega una misiva... es extraño que él haga de mensajero, quizá porque es el único que se atrevería a cruzar las líneas enemigas para llegar a la ciudad?

*Leo la misiva* En un principio imaginé que sería de Tanya pidiendo de regreso su oro, estaba pensando ya en mil maneras de matarla... cuando por fin soy capaz de centrar la vista y me doy cuenta que la misiva es del Abad de Héxtor, menuda sorpresa, y agradable además... Me felicita, supongo que no sabe que apenas pude hacer nada, aunque bueno, hice lo que pude en base a mis posibilidades. También insiste en que lo mejor sería ir al corazón de la horda y acabar con él, es el único modode evitar que se vuelvan a organizar y ataquen lo que queda de ciudad, me anima a ello aunque me informa de que seguramente al llegar me encuentre a la ciudad sumida en más problemas. Lógicamente deja claro que la inquisición va a aprovecharse de la situación aunque debo leer entre líneas, nadie se arriesga ya a que intercepten una de sus cartas y se descubra la oposición que existe a que esta organización se apodere del continente. Maldita sea!, me encabrono... oh si si, me encabrono! me da igual como te pongas Martell, ya estoy harta de ser la niña buena.... Qué!!!?? Que me controle!!!?? De eso nada voy a matarlos a todos, estoy hartaaaaaa...Pierdo definitiva e irremediablemente el control, todo el esfuerzo realizado hasta ahora para mantenerme firme se han ido al garete, he explotado por fin... en el fondo esto es bueno... creo... Lo bueno es que nadie se ha dado cuenta porue ha sucedido en mi cabeza, tan sólo la pluma que tengo a mi espalda ha cambiado de color pero nadie está pendiente de ella... algo a mi favor.

Oh si... ha sido totalmente irreprimible... arrollador. Martell ha tenido que amordazarme mentalmente y susurrarme nuestro mantra mientras me abrazaba desde atrás y me inmovilizaba las manos que querían desasirse mentalmente de él... no dejaba de repetirme con voz profunda y pausada: Todo va ir bien, tranquila, todo está bien. Me costó mucho calmarme mientras ellos discutían sobre qué hacer y qué no hacer, recompensas y demás disquisiciones varias. Apoyé el arco sobre la mesa y lei su frase mientras Martell me seguía susurrando con voz queda: Tranquila pequeña, todo va a estar bien, nadie te va a poseer, vas a luchar por tu libertad, y contra aquellos que la pretenden cohartar. Este es tu lugar, este es tu mundo ahora. Ve a por ello puedes hacerlo, tranquila, todo va a ir bien, todo está bien. Poco a poco, lenta e inexorablemente la quietud fue llegando a mi, supongo que me sosegué aunque... la amenaza de perder el control estaba palpable y tangible entre nosotros. Él era blanco yo negro, él la paz.. yo la guerra. él el control... yo el desorden.. De verdad no sé cómo somos cabaces de cohabitar en una misma mente... no nos parecemos absolutamente en nada.

Escucho a la mujer de madera decir que es una locura. La miro y le explico mi versión, ella me dice que la inquisición no va a gastar recursos en ir a la guerra. Claro que no, le contesto, a la inquisición le importa una mierda esta guerra, si no se hubiese presentado a echar una mano, lo que quiere es vernos diezmados y entonces alargará la mano haciéndose pasar por salvadores para manejar al continente entero, pues si Bayas cae, El Cruce y Rym caerá con ellos. Ella discute más que nada por el placer de discutir creo yo. Y porque le da exactamente igual que haya un jefe u otro, supongo que el día en el que la tomen a ella por enemigo, qué se yo....  porque ese día se levantaron con el pie izquierdo y pensaron que ella era la persona correcta a quien joder... supongo que ese día se tirará de los pelos...

De pronto hablan de ir a ver al Lord, yo le digo que estoy demasiado borracha como para ir en el estado en el que me encuentro, si alguien supiera como ayudarme... podría visitarle hoy y no dejarlo para mañana... con resaca.  La mano gélida del Hombre Muerte me atrapa y me echa la cabeza hacia atrás. Sé que es inútil luchar contra él así que hago lo que ordena sin palabras. De pronto en mi boca un vial y me hace tragar. Maldita sea! sabe a rayos y truenos, qué mierda estoy bebiendo? Desde luego nada tiene que ver con el ron. Cuando me termino el vial él lo tira a un lado, supongo que al posadero no le importará recoger algo más. Cuando me enderezo siento la claridad en mi cerebro invadiéndome y poca a poco noto que la resaca me abandona.. aunque es peor estar sobria y serena, al ver la destrucción que hay a mi alrededor todas las imágenes que trato de olvidar... regresan a mi golpeándome como lanzas incandescentes. Me levanto, necesito moverme... hacer algo o voy a estallar y al girarme veo a Xhumira. Acudo junto a ella para saludarla.

Me entrega un vestido una vez que se entera de que quiero visitar a Lod Jamaal, cree que estaré más presentable y tiene razón. Tomo unas plumas del vestido que me entrega y las coso al mío. Aun recuerdo algo de cuando era aprendiz de sastre. Finalmente llega también el Caballero Relen acompañado de un tipo maloliente y que actúa como perdido. Por fin nos ponemos de acuerdo y acudimos a una reunión con el Lord.... Buena suerte con eso.. pienso .. ya que los funcionarios son para echarles de comer aparte. Lógicamente cuando voy con ellos, El Caballero Relen, el Norteño Axel, La Mujer de Madera.. entonces si somos recibidos, si fuese yo sola a estas horas estaría encerrada en la cárcel.. seguro..

Después de hablar con él coincidimos en que hay que ir a por el corazón de la horda, yo diría que a por el cerebro, tiene que haber alguien que dirija este ataque, no es normal que trasgos y orcos se unan, lo normal es que batallen entre ellos por un pedazo de nada.... Es que no se dan cuenta de ese detalle? Hay alguien detrás, con la capacidad suficiente como para lavarles el cerebro y aleccionarlos de tal manera que es la primera vez que se ve un ejército de esas características con tropas que se arrancarían la cabeza unos a otros peleando juntas. Mientras nosotros nos enfrentamos a todo sin un mínimo de apoyo de nadie.

Yo solicité recursos, pues había usado todo lo que tenía para la defensa de la ciudad, me quedaba poca cosa, gracias a los dioses se nos ofrecieron cosas que nos iban a venir muy bien, pociones que nos ayuden con las heridas, arcos, algún espadón, incluso armaduras...lo cierto es que son cosas que pertenecen a los muertos, da igual si de uno u otro bando, pero así es. Fue gracioso que esperasen a entregar cosas más valiosas cuando la mujer de madera se marchó airada porque su bolsa era la más pequeñas... Relen fue muy directo con Lord Jamaal, supongo que pedirá algo a cambio... yo todavía no he pedido nada personal, aparte de suministros claro pero me han pagado con una buena bolsa de oro, espero vivir para gastarlo.... Finalmente creo que partiremos cuatro, quizá el Caballero Nazorg se una a nosotros.. quién sabe, si el Abad le pidió que nos echara una mano es posible. Yo le pedí al Matadragones,... Al Caballero Muerte, que nos acompañara, el Caballero Axel tambén le dejó caer una indirecta, dice que no es su guerra... ojalá cambiara de opinión, estoy segurísima de que con él tendríamos muchas más posibilidades. Ahora estoy convencida de que vamos a morir, pero bueno, hay que intentarlo. Si no el esfuerzo hecho por todos hasta ahora no habrá servido de nada.

Finalmente cada uno marcha por su lado, el Caballero Relen creo que irá a buscar a Xhumira. La mujer de Madera se marcha enfadada porque no ha cobrado tanto como esperaba, El Caballero Axel y yo somos los últimos en marchar, intercambiamos unas palabras acerca de una extraña esfera con runas marcadas. Por la reacción del Mago... esa cosa podría mandarnos a todos por el aire o ser nuestra salvación, espero que sea lo segundo y no lo primero. Al salir de palacio Axel se va a su habitación a descansar y yo a la mia , necesito escribir una misiva urgente, espero encontrar al Caballero Muerte para que se la entregue al Abad... y también para tratar de convencerle de que venga con nosotros, en cuyo caso pagaría una cantidad indecente a un mensajero para que entregase en mano la misiva prometiendo un mismo pago si regreso....

Una vez en la habitación tomo la pluma y abro la botella que me traje de la posada, bueno está bien no voy a mentir, al caer cogí tres , dos las metí en la mochila y una la estuve bebiendo e invitando a quien quisiera alli, pero aun está mediada. Ahora mismo estoy despejada, creo que nos marcharemos pasado mañana, si calculo bien y bebo ahora, estaré perfecta para partir. Por tanto escribo y bebo, con cuidado de hacer las dos cosas bien al mismo tiempo.


La misiva dice asi:

Mi muy estimado Abad, no sabéis cuán grato me resulta saber que alguien se preocupa por mi, aunque sea en la distancia, y... aunque sólo sea por sus propios intereses. No lo digo a malas, simplemente racionalizo vuestras palabra... yo... racionalizando... trato de no soltarme demasiado a él seguramente le importe bien poco mis problemas mentales Lo cierto es que tenéis razón, justo antes y después de recibir vuestra misiva se nos informó y solicitó que acudiéramos al corazón de la horda y atacásemos su bastión, incluso nos dieron el nombre del posible jefe o cabeza organizadora de todo este tinglado. Yo preferiría, si llegamos vivos a él, torturarlo y sacarle información, pero supongo que, en un bastión lleno de enemigos no tendremos tiempo de andarnos con linezas, simplemente habrá que descabezar al enemigo y partir raudos y veloces... Algo muy fácil, claro....bebo otro sorbo y lío un cigarro mezclando hierba de los medianos. Lo enciendo y le doy una calada dejando que el humo inhunde mis pulmones totalmente hasta casi asfixiarlos... noto como calma mi alma y la sensación de flotabilidad comienza.. es buena esta mierda... tengo que ir por allí a hacerles una visita... si sigo viva. Sonrío y me doy cuenta de que estoy jodida y rematadamente loca.Exhalo el humo en columnas que se enroscan sobre si mismas... y finalmente dejo que huya de mi el haliento formando con el humo una o que se expande hasta llegar al techo.

También he tenido noticias sobre lo que mencionabais, eso de que la ciudad va a tener problemas con otras ciudades, he comprendido lo que queríais decir, he leido entre líneas y hay otros que también piensan como yo y que comprenden que... hay quien quiere manejar el continente a su antojo. Cosa que no puedo permitir ni debo permitir, pues ya bastante esclava he sido como para dejar que vuelvan a cohartar mis libertades o las de aquellos que en su día fueron mis amigos.  Escribo esto pensando en Stella, hace mucho que no sé de ella y supongo que así seguiré, pues no creo que salga viva de esta.

Comprendo que me animéis a ir, os pediría que vinierais con nosotros o que enviaráis algo de ayuda si vos mismo no podéis asistir. Supongo que siendo un abad de un dios que representa la guerra en sí misma habrá muchas cosas que podríais hacer por nosotros. Os ruego que lo intentéis, pues estamos faltos de cierto tipo de ayudas. A mi consiguieron revivirme en el último momento y creedme que bailar con la muerte nos es agradable amigo mío, si tuvierais algo que nos ayudara a mantenernos con vida, algo que nos cubriera y protegiera de los ataques enemigos.. no sé, vos veréis, sois la mano ejecutora de un dios belicoso, sabréis de esto más que yo, una extranjera aprendiz de sastre.

Mi querido Abad, ofrecí un día mi sangre a Hextor en una ofrenda, espero que haya valido de algo para que me dé el coraje necesario de enfrentarme a lo que está por llegar. Sé que la muerte me acecha y tiene una tumba con mi nombre esperando a ponerle fecha, supongo que me he convertido en algo así como una amante ingrata que no parece aceptar, de momento su invitación... Espero seguir siendo...una desagradecida en ese aspecto y dejar la invitación para otro día ... un día muy muy muy lejano... cuando esté vieja y arrugada.... Espero que lo entendáis. En fin que no quiero haceros perder el tiempo , comprended que mientras os escribo estoy bebiendo y, fumando lo que no debo, pero tras lo vivido necesito mantenerm lejos del horror, para hallar el valor de volver a pasar por lo mismo. Llamadme cobarde si lo deseáis, yo misma lo he hecho miles de veces ya, pero ... no soy más que una chiquilla asustada que se enfrenta a sus miedos y , a mayores, lucha por defender su libertad. Espero que Hextor vea este esfuerzo y tenga usted a bien incluirme en sus oraciones. Cuando os llegue esta carta es posible que ya hayamos emprendido el viaje, por tanto su ayuda quizá llegue tarde.... no lo sé, ustedes son capaces de hacer cosas extraordinarias, yo apenas sé disparar con un arco. Si no nos vemos, simplemente quiero daros las gracias por acordaros de mi, espero que todo salga bien y nos volvamos a ver, pero si no lo hacemos, sepa que habré entregado hasta mi último haliento por defender no solo mi libertad y mi modo de vida si no la de todos.

Sin otro particular reciba un cordial saludo:

Hécate

   A falta de un día puedo sentir la fractura al despertar. Miro a mi alrededor, no es la habitación donde duermo siempre. De pronto me tenso, por qué estoy aquí?. Alargo la mano hacia mi arco, debería estar cerca...Lo está, en el suelo, juntos de nuevo y de un modo diferente... al menos... por el lugar en el que me hallo. La puerta de la habitación está abierta... yo suelo cerrarla siempre. Asomo la cabeza con mucha cautela, despacio, aguantando incluso la respiración para evitar hacer el más mínimo ruido. Cosa que me ayudará a entrenar lo que mañana pienso hacer en todo momento. Ser sigilosa, y esconderme entre las sombras como la rata de alcantarilla que soy. Ufff... la cabeza me da vueltas... tengo una resaca increible, menos mal que durante todo este día expulsaré cada gramo de alcohol.... Oh por todos los diablos... me duele la garganta como si hubiera estado chillando toda la noche. Recorro la casa y no encuentro a nadie hasta que finalmente se me da por preguntar: Hola... hay alguien ahi?

Mi voz sonó deshilachada y escuché un ruido sordo en respuesta a mi pregunta que provenía del suelo? Bien.... Hécate bien, ante todo mucha calma... vamos a ver hay dos opciones. La voz de Martell sonaba tan racional en mi cabeza que conseguía apaciguarme. La primera es que lo que hayas oido sea sólo producto de tu imaginación, ya que todo apunta a que ayer debiste pasarte con las copas y las hierbas de los medianos... O... por el contrario, que realmente haya alguien bajo los tablones que forman el suelo... por lo tanto piensa, qué debes hacer? Estaba temblando como una vara contra el viento, suele ser lo habitual cuando me paso el día anterior. Maldita sea Martell tiene razón, odio tener que dársela. Brrrufff!!! Exhalo ruidosamente con desagrado porque mi cabeza sea capaz de darse la razón quitándomela a mi.. es raro pero es asi.

Me hice mentalmente esa pregunta que él me aconsejó. Hola, dije nuevamente. Hay alguien ahí? Voy armada así que déjese de tonterías. De nuevo unas voces me respondieron desde debajo de los tablones... no creo que fuesen producto de mi loca imaginación, allí abajo había alguien y no sonaba como un asesino a punto de matarme, todo lo contrario, sonaban aterrorizadas, asustadas... quizá tanto o más como yo lo estaba. Hécate, escucha, debes buscar algún tablón falso, una trampilla, localiza el foco de las voces. Le hice caso, para qué negarlo? Él era mi conciencia, mi parte calmada, la parte organizada, la que todo lo ordenaba y etiquetaba, esa parte que era capaz de tener el control de la situación. Durante estos días , desde la batalla hasta ahora, dejé que mi yo verdadero,... hicera lo que le dio la gana, se descontrolara cuanto quisiera, y permaneciera asustada en una esquina bajo el embozo de estar colocada.

Busqué por los tablones, taconeando aquí y allá, presionando después con la punta de mis botas hasta que la vi, bajo una de las alformas, ligeramente disimulada, una trampilla que era más que unos maderos unidos que simulaban ser parte del suelo, pero con una pequeña argolla que servía para alzar la tapa. Pero una de las rocas que lanzaron los gigantes había hecho que parte de la pared se derrumbase dejando unos cascotes que impedían que esta se abriera, maldita sea... quien estuviera ahí abajo, lo haría desde antes de la batalla, qué han pasado... dos? tres días? Espero que tuvieran comida y agua.... Comencé a retirar las rocas más pequeñas pero había una enorme que me resultaba imposible mover.

Vamos pequeña no te rindas, puedes hacerlo. Busca por aquí seguro que encuentras algo. Algo como qué? Grito en voz alta , en vez de mentalmente a Martell. Él, sin embargo, nunca parece enfadarse conmigo, soy incapaz de provocarlo, de conseguir que se abandone y me grite, o... No tengo tiempo a seguir divagando él me dice con voz serena pero urgente, incluso.. si me apuras, algo severa. Busca una palanca. Claro, dije mientras me golpeaba la frente con la palma de la mano. Algo que me ayude a hacer palanca para retirar la roca., busqué por toda la casa y no había nada que pudiera servir, todo parecía demasiado endeble,... De nuevo los nervios carcomiéndome... el miedo atenazándome la espina dorsal. Y Martelll... Los dioses lo guarden, conseguía... en contra de mi misma y de la rabia que pudiera provocarme, centrarme, organizarme, proporcionarme una meta que conseguir. Lo cual iba servirme para lo que íbamos a hacer mañana.

Mira a tu alrededor, usa la cabeza, qué hay que pueda servirte?. Entonces lo vi claro, uno de los listones de la cama podría ser lo suficientemente estable como para ayudarme a hacer palanca al cascote que impedía la salida a quien.,.. o quienes estuvieran refugiados bajo el suelo.. Desmonté la cama ayudándome de mis ganzúas... , más que nada para separarla del cabecero y los pies. Una vez lo hube logrado me fui abajo, donde estaba el cascote malvado impidiendo la salida a las personas que había debajo. Si , sabía que era más de una, ahora escuchaba más claramente esas voces aplacadas por el suelo de madera que había entre medias. Conseguí colocarlo de manera que enganchaba parte de una esquina y se apoyaba en una roca de las que había retirado anteriormente para que ejerciera como desnivel, de este modo podía inclinar todo mi peso sobre el listón de la cama para provocar que el cascote se moviera. Me costó tres intentos y unas cuantas maldiciones que escupí por mi boca, finalmente el cascote rodó fuera de la tapa, dejando libre la salida. Me arrojé de rodillas a levantarla y...

Lo primero que vi fue muchas manos alzándose hacia mi, parecían tentáculos de un cefalópodo queríendo abrazarme y arrastrarme a la oscuridad... sin embargo luego vi rostros... eran jóvenes, estaban sucios... olía mal. Dos mujeres, una más joven que la otra y tres niños pequeños. Uno de ellos iba en brazos de la mujer más joven, era un bebé. Al final de todo dos hombres, uno mayor el otro de la edad de la muchacha más joven. Me miraban con ojos enormes, podía ver todas las facetas de su expresión, todo lo que habían estado reprimiendo. Y me sorprendió su reacción, la mujer mayor se abrazó a mi tan fuerte que pensé que acabaría entrujada entre sus brazos. Gracias.. gracias. Repetían esto todos ellos, menos la mujer más joven que se apoyó contra la pared no derruida y se escurrió por ella hasta llegar al suelo. Ellos no la veían porque estaban de espaldas a ella pero yo si, porque mientras me abrazaban tenía un primer plano de ella. Observaba al bebé que llevaba en brazos, con el rostro ausente de color. Supuse que era por haber pasado varios días bajo el suelo. De pronto vi a sus ojos inundarse en lágrimas y empezar a llorar. No soy una experta en emociones pero no parecía llorar de alivio ni felicidad así que conseguí apartarme del resto y acercarme a ella.

Le pregunté qué le pasaba y en sus ojos vi una inmensa tristeza que produjo que mi corazón se saltara un latido. Llevé mi mirada hacia el pequeño, parecía dormido, sumido en una profunda paz, ajeno a todo lo que le rodeaba. Quizá sus labios estaban ligeramente azulados... y algunas venitas parecían querer resaltar en sus hinchadas mejillas. Alargué la mano para tocarlo y fue como sentir de nuevo a la muerte, su frialdad aposentándose por encima y por debajo de mi, envolviéndome... Martell gritó en mi cabeza, reanímalo! Tomé a la criatura de los brazos de la mujer, lo tendí con su mantita en el suelo, le abri la boca con un dedo mirándo si algo obstaculizaba su garganta. Presioné con dos dedos cerca del esternón, contando hasta diez, y luego insuflé aire en su boca con la mía. Sus labios eran mármol frío tocando los míos. Su cuerpo no parecía reaccionar, su pecho se hinchaba cuando yo impulsaba aire directamente sobre sus pulmones.... estuve un buen rato así hasta que Martelll volvió a gritar... detente Hécate, no hay nada que puedas hacer... detente, hace un rato que te lo pido, escúchame por favor, no sigas.

Hacía rato que lo escuchaba pero era incapaz de parar hasta que la mujer me detuvo. Aquellos ojos llenos de miseria volvieron a mirarme, enormes, vacíos. Me eché hacia atrás y me quedé sentada y agotada en el suelo observando el lugar donde su corazón no venció... noté cómo una nueva grieta se abría paso en mi alma... y abría una puerta a la oscuridad reinante... Tras unos instantes me fui de alli con la cabeza hundida entre los hombros, sin mirar atrás. Fui a palacio y advertí que hicieran una patrulla para buscar a supervivientes entre los cascotes, y casas. Me volví a la habitación que había ocupado hasta la última noche y, seguí los pasos que Martell me indicaba, tenía que hacerlo a su manera, era el único modo , la única manera de tener una mínima posibilidad de salir viva de todo esto... aunque yo suponía que eso no iba a pasar. Era una corazonada.