Post by starplatinum on Jun 1, 2020 18:41:29 GMT 1
El libro yacia con apuntes sobre la mesa, personajes aqui y alla, muchos podrian pasar por personajes de la literatura moderna, antiheroes, caballeros demasiado perfectos para existir, patanes comicos, la doncella en apuros que luego no es tan ni doncella, ni tan indefensa... y un carboncillo medio gastado que tenia las curvas de los dedos marcadas en su forma.
-No es tan facil traer un libro al mundo, y menos, con el poco tiempo que he tenido ultimamente... De hecho, he estado usando las ultimas paginas para apuntar cosas importantes, lo cual no se si sera alguna clase de insulto al propio libro, o se puede perdonar dada la necesidad...-
Aldha exhalo lentamente, mientras se recostaba en la cama victima de una mente inquieta aquejada de momentos de claridad cristalina, a inspiracion ardiente.
-No he parado en dias, y la Diosa sabe que me he ganado un descanso, aunque sea de unas horas... Sobretodo despues de estos comienzos...Lo que quería empezar como mera curiosidad, ha acabado con una trama digna de un libro de fantasía, primero el ataque a la caravana. (No se me ha olvidado lo de los farsantes), lo que sea que pasase en esa carcel, el trabajo de Rhuel para los buscadores... Y ahora la sombra ademas del concilio...-
El semielfo se movio un poco sobre la cama con gesto nervioso, y se levanto para sentarse en el borde, tamborileando con los dedos sobre el duro colchon, pensando en otras cosas, obviamente, todos los acontecimientos eran importantes para el. Pero eso no era tanto lo que le ocupaba la mente eran los últimos cambios por lo que había pasado, mas alla de la mejora de su estilo de esgrima.
Ya era algo malo que casi todo el mundo le incluyese en una posición de la que no era miembro, pero ahora, dudaba de que podrían tener razon. Las manos brillantes, los estallidos de luz, el ver cosas mas allá de la vista... Por suerte, todo era controlado. Nada de poderes extraños descontrolandose en el mejor momento posible.
Ahora que lo pensaba, eso podría ser una buena idea, el joven protagonista aprendiendo de si mismo, y en algun momento, el misterioso encapuchado haciendo de guia ocasional, marcandole el camino en nombre de un poder superior, salto de la cama algo torpe, y anoto eso en el libro, aunque, mientras lo escribia, pensaba que realmente..
¿No era eso lo que ocurria hasta cierto punto en la vida? Los dioses siempre estaban presentes, de una u otra forma. A algunos mas, a otros menos, pero siempre estarian como figura sempiterna... Y por suerte, muchos de ellos, se preocupaban por los que habitaban Theia, como su diosa. Quien sabe, lo mismo ella tambien dejo un libro con sus aventuras para que gente como el pudiese leerlo, o eso pensaba Aldha.
Con los pensamientos ya cayendo bajo el influjo de un descanso reparador, se recosto de nuevo en la cama, esta vez, mas cerca del reino de los sueños, ademas, con interes por saber como serian los siguientes dias, pues el futuro prometia ser un tiempo interesante en el que estar despierto.
-No es tan facil traer un libro al mundo, y menos, con el poco tiempo que he tenido ultimamente... De hecho, he estado usando las ultimas paginas para apuntar cosas importantes, lo cual no se si sera alguna clase de insulto al propio libro, o se puede perdonar dada la necesidad...-
Aldha exhalo lentamente, mientras se recostaba en la cama victima de una mente inquieta aquejada de momentos de claridad cristalina, a inspiracion ardiente.
-No he parado en dias, y la Diosa sabe que me he ganado un descanso, aunque sea de unas horas... Sobretodo despues de estos comienzos...Lo que quería empezar como mera curiosidad, ha acabado con una trama digna de un libro de fantasía, primero el ataque a la caravana. (No se me ha olvidado lo de los farsantes), lo que sea que pasase en esa carcel, el trabajo de Rhuel para los buscadores... Y ahora la sombra ademas del concilio...-
El semielfo se movio un poco sobre la cama con gesto nervioso, y se levanto para sentarse en el borde, tamborileando con los dedos sobre el duro colchon, pensando en otras cosas, obviamente, todos los acontecimientos eran importantes para el. Pero eso no era tanto lo que le ocupaba la mente eran los últimos cambios por lo que había pasado, mas alla de la mejora de su estilo de esgrima.
Ya era algo malo que casi todo el mundo le incluyese en una posición de la que no era miembro, pero ahora, dudaba de que podrían tener razon. Las manos brillantes, los estallidos de luz, el ver cosas mas allá de la vista... Por suerte, todo era controlado. Nada de poderes extraños descontrolandose en el mejor momento posible.
Ahora que lo pensaba, eso podría ser una buena idea, el joven protagonista aprendiendo de si mismo, y en algun momento, el misterioso encapuchado haciendo de guia ocasional, marcandole el camino en nombre de un poder superior, salto de la cama algo torpe, y anoto eso en el libro, aunque, mientras lo escribia, pensaba que realmente..
¿No era eso lo que ocurria hasta cierto punto en la vida? Los dioses siempre estaban presentes, de una u otra forma. A algunos mas, a otros menos, pero siempre estarian como figura sempiterna... Y por suerte, muchos de ellos, se preocupaban por los que habitaban Theia, como su diosa. Quien sabe, lo mismo ella tambien dejo un libro con sus aventuras para que gente como el pudiese leerlo, o eso pensaba Aldha.
Con los pensamientos ya cayendo bajo el influjo de un descanso reparador, se recosto de nuevo en la cama, esta vez, mas cerca del reino de los sueños, ademas, con interes por saber como serian los siguientes dias, pues el futuro prometia ser un tiempo interesante en el que estar despierto.