Post by marquitus on Mar 18, 2021 15:37:23 GMT 1
Me llamo:
Ost'Her
Edad:
40 y tantos
Ocupación:
Mercenario, matón, espada de alquiler...
Religión:
Uiz
Apariencia:
Guerrero curtido, de estatura media y complexión fuerte. Es complicado verle el rostro ya que lo oculta bajo un yelmo, pero tiene peculiar peinado, barba carente de bigote y alguna cana, ceño fruncido y ojos claros. Suele vestir armadura metálica, y porta un espadón acomodado a la espalda al igual que un escudo redondo.
Nacimiento:
Algún asentamiento de Clan, del Desierto Central [necesito más información]
Historia:
Lo que conoce Ost'Her de sus orígenes, que pasa de boca en boca, generación tras generación. Siempre había escuchado de pequeño las mismas historias de su padre y de como sus antepasados pertenecían a algún clan bárbaro, del desierto de la horda, algunos siglos atrás, que participaron en la Gran Guerra (años 74-102 d.C), y como fueron expulsados en el intento de reconquista de sus antiguas tierras. Los primeros años fueron difíciles, pero algo recorre en la sangre de los 'Her que los hace unos supervivientes natos, adaptándose a las circunstancias y sobreviviendo costase lo que costase, sin importar el precio y los actos a cometer. Básicamente desciende de familia de mercenarios, cazarrecompensas, matones y soldados.
Su padre Frank´Her era un mercenario y de los buenos, aunque pésimo como padre, Ost'Her no tenía una relación muy buena con el, pero si le enseñó el arte de la espada y combate, el día que no le pegaba una paliza por efectos del alcohol, hasta dejarlo inconsciente, le enseñaba algunos movimientos de la espada y como utilizarla para ganarse la vida. Ost'Her guardaba recuerdos entremezclados, la mayoría malos, pero le enseñaron a curtirse y endurecerse. Seguramente seria cuando cumplió la veintena, su padre no regresó, poco habla de su madre, seguramente consumida por los años o juntada con otro hombre. Se crio más entre peleas callejeras y delitos menores, en su adolescencia, teniendo amistades entre humanos, semi-orcos de su pueblo.
En avanzada adolescencia y sus primeros años como adulto comenzó a ganarse la vida en pequeños trabajos como mercenario de algún comerciante de mala fama, contrabandistas de mala calaña, básicamente se encarga de hacer trabajitos donde la competencia sufría según que otro accidente.
A la edad de cumplir 20 años algo ocurrió tras la última tormenta portal, la llegada de nuevos colonizadores y la desaparición de su padre. Ost´Her siempre ha tenido la certeza que uno o varios de esos nuevos invasores a las tierras de sus ancestros, tiene algo que ver con que ya no tuviera más noticias de su padre, no es que le tuviera gran estima, pero ningún "extranjero" es digno de acabar con la vida de un puro sangre 'Her.
El comportamiento de Ost'Her empezó a cambiar cada vez desconfiando más de sus colegas de oficio, y teniendo un odio profundo hacia los "extranjeros", convirtiéndolo en una persona solitaria, de pocas palabras, dándose a la bebida y buscando problemas en la península.
Últimamente recorre las ciudades fortificadas de Bayas-Rathu, El Cruce y Klenth, ofreciendo sus servicios como mercenario a cambio de grandes cantidades de oro, aunque sinceramente los encargos son una mierda, donde acuden gran numero de "extranjeros", acabaría con ellos el primer día y se quedaría con la paga. Pero no todo es malo en estos encuentros, contactos nuevos, nuevas alianzas, para un bien común:
Recuperar lo que una vez fué nuestro. Someter y torturar al débil
Hazañas y Relatos:
- Diario de un mercenario
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- Mercenario y cazarrecompensas